Banco Central de Reserva estima que entre 2016 y 2020 el
crecimiento de la productividad será esencialmente nulo: 0.2 % por año.
La
industria está en cuidados intensivos. La producción manufacturera en 2017 fue
7 % más baja que la del 2013 en términos absolutos y 13 % en términos per
cápita. Ramas cruciales para la generación de empleo formal, como la de hilados
o la de prendas de vestir, han caído en 25 % y 35 %, respectivamente, entre
2012 y 2017. En julio de 2018, según el Banco Central, el nivel anualizado de
empleo industrial fue 7 % inferior en comparación a 2010. En Chimbote, la
contracción en el empleo industrial en los últimos 8 años llega al 30 %,
mientras que en Talara supera el 40 %.
La
crisis de la industria es la peor desde el colapso macroeconómico de la década
de 1980, y contrasta con el rápido crecimiento del sector hasta el 2011. Entre
2006 y 2011 la industria se expandió en 35 % lo que equivale a una tasa de
crecimiento anual mayor al 6 %. Ello ocurrió a pesar de la crisis financiera
internacional en 2008 y 2009. De hecho, las tasas de crecimiento de la
producción manufacturera en 2010 y 2011 fueron 10.8 % y 8.6 %.
Pero
desde 2012 el producto industrial está de mal en peor. Luego de una expansión
anémica en 2012 y 2013, la manufactura se ha contraído cada año desde 2014.
Así, el Perú produce hoy menos bienes industriales que hace 7 años. Entre 2011
y 2017, la industria de harina y aceite de pescado se redujo a la mitad,
mientras que la producción de conservas cayó 26 %.
En el
caso de los hilados, las prendas de vestir, la industria maderera, o la
fabricación de papel y cartón los niveles de producción son menores que en
2007. La buena noticia es que este año todo indica que la manufactura dejará de
caer.
La
parálisis industrial se refleja en la caída en el empleo y en el estancamiento
en los ingresos. Entre 2006 y 2011, el empleo industrial creció 20 % en el Perú
y 19 % en Lima, según datos del Banco Central. Sin embargo, entre 2011 y 2017
el empleo industrial cayó 3.5 % en el Perú y 1 % en Lima. En Talara, donde se
está modernizando la Refinería a un costo de por lo menos USD 5,000 millones,
el empleo industrial se contrajo 37 % entre 2011 y 2017.
Peor
aún, en los 7 primeros meses de 2018, el empleo industrial ha vuelto a caer 2.2
% a nivel nacional y 8.8 % en Talara en comparación con el 2017.
TRES RAZONES
El
problema es tan grave que solo en el sector textil, se habrían perdido más de
100,000 trabajos formales en lo que va de la década. Por otro lado, las
remuneraciones en términos reales en Lima Metropolitana son similares a las de
2016.
Hay
tres razones fundamentales que explican la crisis en la industria. La primera
es que la economía crece menos y, por lo tanto, la demanda por bienes
industriales se expande a menor velocidad.
En
efecto, entre 2014 y 2017, la tasa de crecimiento promedio de la economía fue
de 3 % por año. En los últimos doce meses, el Perú ha crecido 3.4 %. En cambio,
entre 2000 y 2013, el crecimiento promedio anual fue 5.5 %, e incluso llegó a 7
% entre 2006 y 2011.
La
segunda razón es el estancamiento en la productividad. Hay dos formas en que la
economía de un país puede crecer. La primera es a través de mayor inversión y
expansión en la fuerza laboral: se produce más con mayor número de fábricas,
más infraestructura y más trabajadores. La otra forma de crecer es que aumente
la productividad, es decir que las personas sean más eficientes en sus
trabajos.
De
acuerdo con el Reporte de Inflación del Banco Central de setiembre de 2018, la
productividad creció 2.4 % al año entre 2001 y 2010. Pero, entre 2011 y 2016 el
crecimiento de la productividad se redujo a 0.6 % por año. Peor aún, el Banco
estima que entre 2016 y 2020 el crecimiento de la productividad será
esencialmente nulo: 0.2 % por año.
No debe
extrañar, por lo tanto, que cada año el Perú retroceda en rankings
internacionales de competitividad como los que reporta el Foro Económico Mundial.
La
tercera razón es la absoluta ausencia de políticas sectoriales efectivas para
dinamizar el sector en los últimos años. Un observador imparcial se preguntaría
qué han hecho los ministros de la producción para contrarrestar el retroceso en
la industria y mejorar la productividad. Este observador también se preguntaría
qué han hecho los últimos Congresos por la industria nacional.
INTERROGANTES CLAVES
Ahora
bien, ¿por qué crece menos la economía, la productividad se estanca y no hay
políticas sectoriales? ¿Será acaso porque muchos de los gobiernos que hemos
tenido han sido notablemente ineptos? ¿Cuánto puede crecer la productividad si
se despilfarran decenas de miles de millones del dinero ciudadano en elefantes
blancos con rentabilidad social negativa como la Interoceánica Sur, Olmos, el
Gasoducto, y la Refinería de Talara?
¿Es
posible que les vaya mejor a los empresarios inescrupulosos que se dedican a
obtener concesiones públicas a punta de coima y sobornos que a los empresarios
honestos que buscan hacer más eficientes sus negocios? ¿Es que en el Perú, en
lugar de capitalismo, hay robo y mercantilismo institucionalizados? ¿Qué
política industrial se puede esperar cuando muchos funcionarios y políticos son
eximios ejemplos de subdesarrollo intelectual, haraganería y demagogia?
22 de octubre de 2018
En esta
fecha es que el economista Juan Mendoza, PhD por Brown University y docente de
las universidades de San Marcos y del Pacífico, escribió esta radiografía que
dice mucho de la economía nacional, sin entrar a lo que los analistas llaman el
“ruido político”.
·
¿CUÁNTO PUEDE CRECER LA
PRODUCTIVIDAD SI SE DESPILFARRAN DECENAS DE MILES DE MILLONES DEL DINERO
CIUDADANO EN ELEFANTES BLANCOS CON RENTABILIDAD SOCIAL NEGATIVA COMO LA
INTEROCEÁNICA SUR, OLMOS, EL GASODUCTO Y LA REFINERÍA DE TALARA?
PEOR AÚN, EN LOS 7 PRIMEROS MESES DE 2018, EL EMPLEO
INDUSTRIAL HA VUELTO A CAER 2.2 % A ESCALA NACIONAL Y 8.8 % EN TALARA EN
COMPARACIÓN CON 2017.
https://www.expreso.com.pe/destacado-portada/la-muerte-de-la-industria-nacional/
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