El pasado 1 de agosto se cumplieron nueve años desde que el
tratado de libre comercio (TLC) entre nuestro país y Canadá entró en vigor. Si
bien nuestros principales envíos a este mercado se concentran en el rubro tradicional,
gracias al TLC, nuestras exportaciones no tradicionales —aquellas con un mayor
valor agregado y que generan más empleo— vienen tomando un gran impulso.
Asimismo, las medidas de facilitación comercial, implementadas en el marco del
TLC, resultan sumamente importantes, más aún si tenemos en cuenta que Canadá es
el segundo mayor importador de América, según el Ministerio de Comercio
Exterior y Turismo (Mincetur).
Durante la vigencia del TLC, el saldo de la balanza comercial
para el Perú se mantiene en el terreno positivo, incluso con la caída de
nuestros envíos tradicionales, los que, según cifras de la Sunat, entre 2009 y
2017 representaron más del 90% del total exportado hacia Canadá. En 2017, estos
sumaron unos US$ 1,024 millones, lo que supuso una caída del 29% respecto de
2016, debido al desplome de las exportaciones de oro (-46.1%), que concentraron
cerca del 50% del total de envíos hacia dicho mercado. De esta forma, si bien
durante los primeros años del TLC las exportaciones totales casi se duplicaron
(pasando de US$ 2,311 millones en 2009 a US$ 4,232 millones en 2011), los
choques de oferta que afectaron el precio de los metales incidieron en nuestras
exportaciones hacia Canadá; tendencia que se mantuvo hasta junio de 2018,
periodo en que las exportaciones tradicionales cayeron un 27.2% respecto del
mismo periodo en 2017, por menores exportaciones de oro (-38.4%) y minerales de
plata (-69.2%).
Por el contrario, las exportaciones no tradicionales
exhibieron un gran dinamismo. Entre 2009 y 2017, nuestros envíos no
tradicionales a Canadá pasaron de US$ 58 millones a unos US$ 172 millones, lo
que evidenció un crecimiento acumulado del 195.2%. Esto equivale a una tasa de
crecimiento promedio anual del 14.5%. Cabe destacar que el rubro no tradicional
ha ganado terreno dentro de la composición de las exportaciones del Perú hacia
Canadá. De esta forma, si bien antes de la entrada de vigencia del TLC estas
representaban apenas un 3% de los envíos totales hacia dicho mercado, en 2017
equivalieron a un 14% del total exportado. Asimismo, entre enero y junio de
este año, crecieron un 14.9% respecto del mismo periodo de 2017.
En este resultado, el sector agroexportador jugó un rol
importante. En 2017, representó más de la mitad de las exportaciones no tradicionales
a Canadá, las que, entre el período 2009-2017, registraron una tasa de
crecimiento promedio anual del 17.3%. Lo siguió el sector textil y
confecciones, y el sector pesquero, cuyas exportaciones crecieron a una tasa
promedio del 5.5% y el 24.4%, respectivamente. Así, entre los diez principales
productos no tradicionales enviados a Canadá encontramos a las uvas frescas, la
quinua, el mango, el cacao en grano, los t-shirt de algodón y los demás
filetes congelados de trucha.
Las importaciones, por su lado, mostraron una tendencia
positiva, con un crecimiento promedio anual del 6.8%, al pasar de US$ 388
millones en 2009 a US$ 656 millones en 2017. Particularmente, estas han servido
para el desarrollo de la industria nacional. Cabe destacar que el 67.5% de las
importaciones correspondió a importaciones de bienes intermedios para la
industria (principalmente, trigo), con un crecimiento acumulado del 93%
respecto del nivel registrado en 2009, mientras que las importaciones de bienes
de capital para industria aumentaron un 12.7%.
Un aspecto importante en la implementación del TLC con Canadá
son las medidas de facilitación comercial que en 2017 se dispusieron para su
mejor aprovechamiento. Con la suscripción de la Decisión 1 de la Comisión
Conjunta del TLC Perú-Canadá, ambos Gobiernos buscan dar mayor flexibilidad a
los exportadores de ambos países para acogerse a los beneficios arancelarios
del TLC, los que se perdían si la mercancía hacía transbordo, sin ser
almacenada, en un tercer territorio. La Decisión 1 busca eliminar este problema
requiriendo únicamente presentar los documentos de transporte, mecanismo que
podría replicarse en otros acuerdos comerciales, como el Perú-China, que
presenta el mismo inconveniente.
Esta medida potenciaría el comercio con Canadá, que ofrece
grandes oportunidades para nuevos productos peruanos, como el aguaymanto, el
aceite de sacha inchi, el paiche, el pisco, las artesanías, entre otros,
identificados en el Plan de Desarrollo de Mercado con Canadá (en el marco del
Plan Estratégico Nacional Exportador 2025) del Mincetur. Además, con la
renegociación en curso del TLC de América del Norte (TLCAN), del que Canadá
forma parte, se podrían abrir espacios para productos, como paltas, mangos,
uvas, arándanos, los cuales Canadá importó de este bloque. Nuestras
exportaciones a este destino representan apenas un 0.3% de las importaciones de
este país.
Más allá del ámbito comercial, el TLC también ha servido para
generar un marco jurídico para atraer inversiones a nuestro país. Así, el saldo
de la inversión extranjera directa proveniente de Canadá creció un 50.8% entre
2009 y 2017, según ProInversión. ¡Aprovechemos los TLC! ¡Sigamos abriendo
mercados! https://www.comexperu.org.pe/articulo/nueve-anos-del-tlc-perucanada
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