“El presidente de la Comisión de Transportes, Roy Ventura, ha dicho que la observación será analizada con detenimiento por dicho grupo de trabajo”.
En uno de sus últimos actos como presidente de la
República, Pedro Pablo Kuczynski y la entonces premier Mercedes Aráoz enviaron
al Congreso la observación a la autógrafa de la ley que impide la colocación de
publicidad estatal en los medios de comunicación privados, también conocida
como la ley Mulder. Además, enviaron un proyecto alternativo para modificar la
Ley N° 28874, que se dio durante el gobierno de Alan García y que ya normaba el
tema.
Desde antes de su envío al
Legislativo, la respuesta de la bancada de Fuerza Popular (FP) y del propio
Mauricio Mulder, principales impulsores de la controvertida e inconstitucional
norma, fue respaldar su iniciativa y anticipar que votarían por su insistencia.
Ni siquiera se tomaron la molestia de leer el documento de las observaciones
del Ejecutivo.
Con la salida de PPK y el
ingreso de Martín Vizcarra, el panorama varió. La postura confrontacional del
fujimorismo ha sido reemplazada por una actitud mucho más conciliadora. El
presidente de la Comisión de Transportes, Roy Ventura, ha dicho que la
observación será analizada con detenimiento por dicho grupo de trabajo. Miguel
Torres ha manifestado esta misma disposición. ¡Qué diferencia! Semanas atrás,
la consigna era sacar la ley al guerrazo, saltándose a la garrocha el tamiz de
las comisiones especializadas y exonerándola de la segunda votación con solo
dos firmas: las de los voceros de FP y de APP, César Villanueva.
En esa ocasión, sin embargo,
el vocero apepista, quien será el próximo premier, se rectificó públicamente y
se pronunció más bien a favor de la modificación de la ley. Advirtió que la
prohibición de publicidad estatal en los medios privados era una “limitante
especialmente en provincias y regiones” y se inclinó por un mecanismo regulador
que es lo que entidades como el Consejo de la Prensa Peruana han planteado.
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