por Germán
Lench Cáceres
El
gobierno anuncia que liquidará Agrobanco por su abultada cartera pesada,
esta institución otorgó aproximadamente 72000 créditos muchos de ellos
irrecuperables, esto significa el 20% de los créditos otorgados al agro
por el sistema financiero. Dicha medida es debido a su ineficiente
actuación financiera y acciones politizadas incoherentes, según lo manifestado
por la ministra de Economía y Finanzas. Surge de forma inmediata una serie de
preocupaciones en nuestros miles de productores agrarios del campo que
requieren de financiamiento para efectuar su importante actividad primaria
productiva que trabaja con seres vivos (plantas y animales).
Las
interrogantes se generan con rapidez. ¿Dónde queda el estricto
cumplimiento por parte del gobierno del artículo 88° de la Constitución
Política que establece que el agro tiene un trato preferente?. El sector
agrario tiene 2.2 millones de productores más sus familias y solo el 14% recibe
algún tipo de crédito. Lo sucedido es consecuencia evidente de la política
de liberalización de los mercados financieros que han generado la
eliminación de tasas de interés preferentes y la reducción de fondos dinerarios
orientados para la agricultura.
Para
empezar Agrobanco ha sido ineficientemente manejado con un absoluto crecimiento
desordenado por culpa de los funcionarios contratados por el gobierno de turno
y no por los productores agrarios. Al respecto es necesario que el equipo
económico actual presente de forma inmediata, alternativas a tal acción de
política económica para que se defina quién canalizará recursos (préstamos) al
sector agrario. ¿Se creará un banco de Segundo Piso para que canalice créditos
a través de la banca comercial de Primer Piso a tasas de interés
razonables de mercado y no políticas?. ¿Se modernizarán las operaciones de la
banca estatal (Banco de la Nación) para que compita con el sistema financiero
principalmente privado?¿Es posible recurrir a la cooperación internacional? o
¿se pondrán en marcha como en otros países vecinos, programas del Estado
mediante los cuales el gobierno de turno otorgue crédito a la agricultura
campesina y de pequeñas asociaciones de productores agrarios?
El
gobierno no puede olvidar que el agro tiene un financiamiento reducido e
intermediarios financieros informales que prestan con tasas de interés
elevadas. Las garantías son un problema, especialmente para los pequeños
agricultores. Tampoco debemos olvidar la refinanciación de la deuda de los
productores afectados por el fenómeno del Niño y de los cafetaleros.
Un
problema de la política económica neo liberal, es que ha reducido a su mínima
expresión la influencia que tenía el ministerio de Agricultura y Riego en la
elaboración y aplicación de una política sectorial y es el ministerio de
Economía y Finanzas que no es especializado en la temática agraria, quien
define la política sectorial de forma ineficaz.
La
minimizada aplicación de una política agraria dentro del contexto de una
política macroeconómica y la reducción de la función reguladora del Estado en
nuestro país, ha generado una mínima influencia del ministerio de Agricultura y
Riego, MINAGRI, en la formulación y aplicación de una política sectorial en
temas arancelarios, tributarios, financieros, competencia desleal con países
que subsidian a su agricultura firmas de los TLC´s entre otros.
Por
lo pronto sería interesante que el gobierno estudie la posibilidad de
establecer Fondos Rotatorios para la pequeña agricultura, que COFIDE tenga
líneas de crédito interesantes para ser ofertadas a través del sistema
financiero nacional a la mediana agricultura, pero lo que debe quedar claro es
que los recursos estatales son decisivos ya que los privados no están tan
disponibles para operaciones de riesgo como las del sector agrario. No
olvidemos que las proyecciones de crecimiento del PBI agrario del año 2018
según el gobierno es 4% a más.
http://www.voltairenet.org/article199537.html
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