La apertura comercial y la integración a la economía global han
sido, sin lugar a dudas, beneficiosas para el desempeño de nuestra economía. El
crecimiento económico que vive el Perú y la reducción de la pobreza se deben en
gran parte a la apertura comercial y los beneficios de los TLC. Esta política
de Estado ha favorecido a la economía en su conjunto y es a partir de la misma,
impulsada aún más por la implementación de los TLC, que la economía peruana ha
acumulado 19 años de crecimiento ininterrumpido hasta 2017. Asimismo, la
pobreza en nuestro país se redujo de un 49.1% en 2006 a un 20.7% en 2016.
Dichos resultados no se reflejaban con políticas mercantilistas o
proteccionistas de los 80, que un sector del empresariado pretende reinstaurar.
Los TLC contribuyen a diversificar nuestra oferta exportable y
permiten elevar estándares de calidad. Nos permiten acceder a una mayor
variedad de productos a precios competitivos, así como a bienes de capital e
insumos de calidad, a menores costos, que aumentan la productividad y
competitividad del país.
A partir del TLC con los EE.UU. en 2009, por ejemplo, nuestras exportaciones no tradicionales hacia dicho destino registraron un crecimiento acumulado del 97% en los 8 años de vigencia del acuerdo, con una tasa de crecimiento promedio anual del 10.2%. Cabe resaltar que, en 2008, exportábamos 2,101 partidas, y a 2016 estas sumaron 2,376, de las cuales el 98% pertenecen al sector no tradicional. Por otro lado, a partir de la implementación del TLC con China, nuestras importaciones de bienes de capital e intermedios desde dicho país se incrementaron un 60.1% y un 57.8%, respectivamente, entre 2010 y 2016, periodo en el cual el monto arancelario pagado disminuyó un 86.3% y un 23.9%, respectivamente. Este resultado es de suma relevancia, teniendo en cuenta que un 32.7% de nuestras importaciones de bienes de capital provienen de China, desde donde importamos, por ejemplo, laptops, celulares y otros productos tecnológicos, así como maquinaria y equipos para la industria.
La actual gestión del Mincetur ha reactivado la agenda de
negociaciones comerciales, lo cual es sumamente positivo para promover un mayor
flujo de comercio de bienes, servicios e inversiones, y en particular generar
un mercado atractivo para nuestra oferta exportable de alimentos. Destaca el
inicio de negociaciones para un acuerdo comercial con India, que representa un
mercado de más de 1,300 millones de habitantes, con un enorme potencial para
nuestras exportaciones no tradicionales, como las frutas y hortalizas que
actualmente enfrentan elevados aranceles en ese mercado. Por ejemplo, los
diversos tipos de café pagan, en promedio, una tasa arancelaria del 56.3%; las
frutas, verduras y plantas, dentro de ellas las uvas, paltas y espárragos,
tienen un arancel promedio del 29.4%, y la harina de pescado paga un 29.9%.
En el Perú no podemos hacer políticas para aquellos que priorizan
los intereses de un sector económico en particular sobre los intereses de la
población. Negarse a los beneficios que trae consigo la apertura comercial en
cuanto a bienestar, mejora de la calidad de vida del ciudadano y reducción de
la pobreza es ir en contra de los intereses del Estado, por el solo hecho de
defender intereses particulares. Los consumidores peruanos no podemos pagar el
proteccionismo que quieren para favorecer sus industrias.
Desde ComexPerú respaldamos las acciones que viene impulsando el
Mincetur en materia de integración con el mundo. https://comexperu.org.pe/articulo/comercio-exterior-motor-de-la-economia
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