EL MEJOR ESCAPARATE ESTÁ EN INTERNET

Las redes sociales permiten organizar campañas con poco dinero y segmentar al máximo la audiencia

La necesidad de rentabilizar sus bases de usuarios ha obligado a Facebook y Twitter a implementar una serie de herramientas publicitarias para convencer a los anunciantes de que estas plataformas no solo sirven para propagar ideas o presumir de viajes. Ahí se ha abierto una oportunidad para las pymes, ya que la mayoría de estos servicios permiten organizar campañas con poco dinero y segmentar al máximo la audiencia: por sexo, edad, intereses e incluso cercanía geográfica.

“Las redes sociales son la forma más eficiente de anunciarse porque, con poco dinero, puedes llegar al target de tu negocio, lo cual es muy importante para una empresa que está empezando o que maneja presupuestos pequeños”, sostiene David Martín Passareira, responsable de esta área en Fintonic, una aplicación que muestra en un mismo lugar la información de todas las cuentas bancarias y tarjetas de sus usuarios, facilitando su gestión.
Fintonic, protagonista de la ronda de capital semilla más grande del segundo trimestre de este año, con 25 millones de euros, usa Facebook, Twit­ter e Instagram desde su lanzamiento en 2013. Comenzó utilizando los elementos orgánicos de estas plataformas para dar a conocer la app y divulgar estudios o noticias relacionados con la temática de su negocio, las finanzas personales.

Conversión

A partir de 2014 empezó a invertir en las herramientas de pago para publicar anuncios dirigidos a su audiencia objetivo: titulares de tarjetas o cuentas bancarias de entre 18 y 35 años. La compañía tiene actualmente 32.800 seguidores en Facebook, 11.300 en Twitter y 1.900 en Instagram. Sin embargo, Martín asegura que es complicado medir qué porcentaje de las interacciones que han tenido con estos usuarios se han convertido en visitas a su web o usuarios de la aplicación.
Fintonic registra cerca de un millón de descargas en España. La app también está disponible en Chile, pero la filial tiene sus propias cuentas de Facebook y Twitter, ya que la idiosincrasia de los consumidores chilenos es diferente a la de los españoles y exige otro tono de comunicación. Además, la aplicación se encuentra allí en una etapa más inicial (entró en noviembre de 2015), lo cual condiciona el contenido de los mensajes.
La mayoría de expertos coincide en que el primer paso que debe dar una pyme o start-up interesada en organizar campañas en redes sociales es definir muy bien el público objetivo. “Es recomendable centrarse en una comunidad afín a los contenidos y servicios que ofrece la marca”, indica Bruno Vásquez-Dodero, director de Aula CM, escuela de marketing digital y community management.

Buenos contenidos

El siguiente paso es elaborar bien los contenidos. Estos deben conseguir que el usuario interactúe con las publicaciones de la marca (que le dé me gusta, retuitee o comparta). “También hay que investigar a la competencia y decidir en qué redes sociales estar presentes en función de nuestro presupuesto, el tiempo que les podemos dedicar, nuestros objetivos y dónde están los potenciales clientes. De nada sirve estar en todas. Es mejor estar en pocas y trabajarlas bien que en muchas sin obtener resultados”, advierte.
Al respecto, Martín, de Fintonic, apunta que Facebook les resulta muy útil como perfil de información general, mientras que Twitter es más eficaz para prestar soporte al usuario. “Es menos visual, pero más rápido. Tiene la ventaja de que te muestra las tendencias en tiempo real, pero por lo mismo, las ventanas son muy breves, efímeras. Si tienes algo que aportar a la conversación, debes hacerlo en ese momento porque mañana puede que ya no se esté hablando de eso”, precisa.
Sobre los anuncios de pago, opina que, al menos en dispositivos móviles, los de Facebook son más visibles que los de Twitter, donde a menudo se pierden en la cascada de tuits. “En la pantalla del móvil entra menos publicidad en Facebook que en Twitter, lo que otorga a esos anuncios la posibilidad de captar mayor atención”.

https://economia.elpais.com/economia/2017/07/21/actualidad/1500638690_833335.html

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