En la última década,
el Perú destacó como una de las economías de más rápido crecimiento en América
Latina y el Caribe. La tasa de crecimiento promedio del PIB fue del 5,9%, en un
entorno de baja inflación (2,9% en promedio). Un contexto externo favorable,
políticas macroeconómicas prudentes y reformas estructurales en distintos
ámbitos se combinaron para dar lugar a este escenario de alto crecimiento y
baja inflación. Como resultado, el fuerte crecimiento del empleo y de los
ingresos generó una reducción drástica de los índices de pobreza desde un 55,6%
hasta un 21,8% de la población entre 2005 y 2015. Se estima que solo en 2014,
aproximadamente 221 mil personas escaparon de la pobreza. De igual manera, la
pobreza extrema bajo del 15,8% al 4,1% en el mismo periodo.
Después de una
desaceleración en 2014, el crecimiento del PIB se recuperó en 2015 de un 2,4% a
un 3,3% gracias al aumento de los inventarios (principalmente de cobre) y de
las exportaciones (3,3%). Sin embargo, en un contexto de confianza empresarial
más baja, de lenta implementación de algunos proyectos mineros y del bajo
dinamismo del sector inmobiliario, la inversión privada se contrajo en un 7,5%.
La inflación finalizó por encima del rango meta (4,4%) debido a la depreciación
del tipo de cambio que se tradujo en un incremento de las tarifas de
electricidad y los precios inmobiliarios.
Para 2016 se espera
que el crecimiento del Perú sea similar a los niveles de 2015 y que, en
adelante, se recupere progresivamente a un ritmo promedio de alrededor del 3,8%
en 2017-18. En este sentido, la expectativa es que el inicio de la fase de
producción de grandes proyectos mineros en los próximos dos o tres años así
como una mayor inversión tanto pública como privada en proyectos de infraestructura
den soporte a la demanda agregada, mientras que la aplicación continua de
reformas estructurales sostendrían la confianza de los inversionistas privados.
En el ámbito externo,
los factores que pueden impactar el crecimiento económico son:
·
La caída de los
precios de las materias primas, vinculada en gran medida con la desaceleración
de China, uno de los principales socios comerciales del Perú;
·
Un eventual período de
volatilidad financiera, asociado al ritmo del ajuste monetario de Estados
Unidos.
En el ámbito interno,
las proyecciones de crecimiento del PIB son vulnerables a:
·
Los retrasos en la
implementación de los programas de inversión pública y privada.
·
Al impacto del
Fenómeno de El Niño en la economía real.
·
Los retos asociados a
la capacidad del próximo gobierno a seguir implementando reformas para
incrementar la productividad y competitividad nacional.
En adelante, los
principales desafíos serán: lograr que el crecimiento económico sea sostenible
y continuar fortaleciendo los vínculos entre el crecimiento y la equidad. Por
consiguiente, se debe tomar en cuenta la vulnerabilidad de un parte de la
población a los vaivenes del crecimiento que podría recaer en la pobreza
revirtiendo, de este modo, el progreso logrado en la última década.
Última actualización: Abr
25, 2016 http://www.bancomundial.org/es/country/peru/overview
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