Para lograr que la temperatura global de la Tierra no aumente
más de dos grados centígrados al final del siglo, los recortes deemisiones de gases de efecto invernadero asumidos por los
países hasta 2030 deberían ser el doble.
Así
lo denuncia un estudio presentado hoy por la Agencia de Naciones Unidas para el
Medio Ambiente (UNEP) que advierte que es necesario hacer esfuerzos
adicionales.
Hasta
la fecha, 146 países han presentado sus compromisos nacionales sobre reducción
de emisiones (INDCs, por sus siglas en inglés).
Todos
los países industrializados sin excepción han presentado sus respectivos planes
de reducción de emisiones, y el 75% de los emergentes también, lo que
representa el 86% de las emisiones globales.
"Los
INDCs representan un incremento real en el nivel de ambición comparado con las
políticas actuales. Pero todas las contribuciones sometidas están lejos de ser
suficientes y la diferencia entre lo que se emitirá y lo que debería emitirse
será significativa tanto en 2025 como en 2030", asegura el texto.
Según
los cálculos de UNEP, los esfuerzos llevados a cabo hasta la fecha, más los recortes
planeados en los INDC implicarían una reducción anual de emisiones de 11 gigatones.
Sin
embargo, estos recortes solo representan la mitad de lo que se necesitaría para
poder lograr el objetivo de emitir 42 gigatones anuales en 2030.
De
acuerdo al texto, si se implementan completamente los compromisos
incondicionales, hay un 66% de posibilidades de que los niveles de emisiones en
2030 provoquen un aumento de la temperatura de hasta 3,5 grados centígrados en
2100.
No
obstante, como los compromisos son variables, puede ser que el aumento de la
temperatura se quede en 3 grados centígrados o aumente hasta los 4 grados.
Algunos
países han propuesto compromisos condicionados, especialmente las naciones en
desarrollo, que han condicionado el recorte de emisiones a la ayuda financiera
que reciban.
Si se tienen en cuenta los compromisos
condicionados, aumenta la probabilidad de que el incremento de las
temperaturas se limite a menos de entre 3 y 3,5 grados centígrados.
Un largo camino por
recorrer
El
director general de UNEP, Achim Steiner, destacó que incluso si se cumple el
objetivo de 2030, aún quedará mucho camino por recorrer hasta 2100.
Por
su parte, Samantha Smith, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), indicó
que el informe es un nuevo recordatorio de la diferencia entre lo que los
científicos dicen que se debe hacer para evitar las consecuencias perniciosas
del cambio climático y lo que los gobiernos se han comprometido a hacer.
"Si
no logramos zanjar esa diferencia, la tarea no solo será más ardua y más cara,
sino que amenaza la supervivencia de las comunidades y hábitats más
vulnerables", agregó Smith.
De
hecho, Steiner adelantó que según los cálculos más optimistas actuales, y
siempre y cuando se cumplan los objetivos prometidos hasta 2030,
adicionalmente, entre 2065 y 2070, se debería lograr hasta final del siglo
"cero emisiones netas" para poder mantener el aumento de las
temperaturas en 2 grados centígrados.
"Esto
quiere decir que todas las emisiones tendrán que ser absorbidas o por fuentes
naturales o mediante tecnología. Es decir, que toda emisión deberá ser
capturada o por la naturaleza o por sistemas tecnológicos", argumenta.
Cumbre del Clima
El
informe se presenta a tres semanas de que comience en París la Cumbre sobre
Cambio Climático (COP21), una cita en la que la comunidad internacional
aspira a lograr un ambicioso pacto mundial y obligatorio de reducción de
emisiones.
El
eventual acuerdo alcanzado al final del encuentro entrará en vigor en 2020 y el
objetivo es intentar mantener el incremento de las temperaturas en 2 grados
centígrados con respecto a los niveles de 1860.
Se
calcula que si la comunidad internacional no actuase en absoluto para aplacar
el cambio climático, las temperaturas globales subirían entre cuatro o cinco
grados centígrados (frente a valores preindustriales) en 2100 lo que tendría
efectos devastadores en la Tierra.
Fuente:
EFE
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