LA TAREA DE ENSEÑAR VALORES A LOS PEQUEÑOS


La amistad, la justicia y la paz se aprenden mediante el ejemplo, a diario, de los padres.

Los valores no se enseñan en el tablero o escuchando en extensas jornadas a personas que hablan de quién y por qué se inventaron. Los niños los aprenden a través de lo que ven, escuchan y, por supuesto, copian de sus padres, cuidadores y maestros de manera divertida y práctica.
Lo primero, según el doctor Juan Fernando Gómez, pediatra, miembro de la Sociedad Colombiana de Pediatría, es que los valores son “principios que rigen el comportamiento humano; son el pilar de la sociedad y la forma de actuar de sus ciudadanos”.
La casa es el primer lugar de enseñanza; luego, el colegio amplía y fortalece esta información para que años después los individuos los pongan en práctica en su comportamiento individual y social.
Gran parte de los valores en la adultez son enseñanzas adquiridas en casa durante la infancia.
Los valores no están inscritos en el ADN, sino que se adquieren en la práctica, en la cotidianidad.
Al nacer, los niños no saben qué es correcto y qué no. Es importante tener en cuenta que en el proceso de inculcar valores a los niños, el ejemplo arrastra y, como bien lo anotó el pensador norteamericano R. W. Emerson, “lo que eres habla tan duro que no se te escucha lo que dices”.
Todos los padres desean que sus hijos se comporten adecuadamente, sin que se sientan tímidos, temerosos o conformistas. La forma en que se actúa ante los niños, cómo les hablamos, es como se forja una educación en valores, los cuales se deben conocer y poner en práctica para convivir en armonía y cordialidad.
Carolina Molina, psicóloga especialista en clínica y desarrollo infantil, afirma que “para los niños sus padres son sus principales héroes y modelos a seguir, así que es muy importante, un buen ejemplo si queremos darles una buena educación y crianza”.
¿Cómo enseñarlos?
Aprender un valor es como practicar un deporte, si se transmite desde temprana edad y de forma constante, los niños lo incorporarán en su mapa de ruta y comportamiento diario.
Ellos se forjan a través del amor, de sentirse queridos y seguros, de vínculos sanos y estables con sus padres y pares.
Los niños lo aprenden cuando sus padres dan las gracias, piden el favor, ayudan a los demás, ceden el puesto, renuncian a algo, reparten lo que les gusta, o defienden a quien lo merece, entre otras acciones.
Si no quiere que su hijo haga ciertas cosas, usted tampoco debe hacerlas.
Esto requiere de voluntad, trabajo y esfuerzo, pero existen parámetros de conducta para ello.
La mayoría de los adultos se esfuerza por hacer mejor su tarea como papás, pero a veces no lo logran porque repiten los estilos de crianza negativos con los que fueron criados.
Según el doctor Gómez, “dentro del proceso de desarrollo infantil es fundamental para el niño encontrar un referente normativo que le permita, mediante un proceso de autocrítica, adquirir la capacidad de razonar sobre sus propias acciones y formarse un juicio de valor sobre las mismas, para poder evaluar si sus comportamientos se ajustan o no a los lineamientos morales y éticos que la cultura y la sociedad definen como deseables”.
Se busca que la enseñanza de los valores ayude a respetar la multiculturalismo y las diferencias de los miembros de la sociedad con diferentes costumbres, creencias o culturas.
Finalmente, el objetivo de los valores es potenciar la capacidad de los niños para analizar el porqué de las decisiones que toman en sus vidas; fomentar las relaciones de respeto y convivencia en el marco de la interacción social, reconocer al otro como alguien importante a quien se debe respeto y considerar, y favorecer el diálogo como herramienta para la construcción de acuerdos, progreso y socialización.
Consejos para los padres
* Actuar de forma consecuente entre lo que se dice y se hace. De nada vale decir a los niños que hay que respetar al otro, si los padres ofenden a los demás.
* Contar o leer cuentos o historias que fomenten los valores.
* Fijar límites y normas a sus hijos, así se reforzarán valores como la libertad, la igualdad, la justicia, la tolerancia, la solidaridad y el respeto.
* Promover en casa una educación sustentada en el refuerzo y la motivación.
* Fomentar el diálogo con sus hijos.
* Dejar claros derechos y deberes para que se respeten y se cumplan.
* Evitar comentarios despectivos que atenten contra la integridad de los demás.
¿Qué tipos de valores hay?
El filósofo alemán Max Scheller clasificó los valores en sociales, económicos, éticos, religiosos, vitales y estéticos, entre otros. Aunque la lista puede llegar a ser muy amplia, existen algunos que se consideran necesarios para funcionar socialmente. Entre ellos están la amistad, la justicia, la lealtad, la honestidad, la paz, la tolerancia, la disciplina, el respeto y la solidaridad.
- Valores familiares: como su nombre lo indica, se asocian a la familia, son las creencias trasmitidas a través del ambiente y el vínculo familiar a las nuevas generaciones, en la correlación entre los abuelos, tíos y sobrinos. Se les enseña a los niños cómo tratar a los demás y cómo nos gustaría ser tratados.
Es como tener buenos pensamientos, obras bondadosas, amar y cuidar a las personas que tenemos cerca y con las que convivimos a diario.
- Valores socioculturales: normas que guían las acciones y comportamientos de los seres humanos, que permiten desenvolverse y tener una correcta relación con las personas del entorno. Se destacan la honestidad, el respeto, la cooperación, la confianza, la cortesía, la amabilidad, entre muchos otros valores importantes para vivir en sociedad.
- Valores personales: son las cualidades en nuestro interior que nos llevan a ser mejores cada día.
Se dan por sí mismos para vivir y varían según la persona y lo que tiene instituido desde la infancia. La religión, la moral y la ética juegan un papel importante en los valores personales, y entre ellos están el amor, el agradecimiento, el respeto y la amistad.

ABC DEL BEBÉ
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