El consumo de vídeos no
para de crecer en Internet. Este formato permite a una empresa diferenciarse de
la competencia y ofrecer un producto que los clientes buscan por iniciativa
propia.
Conseguir más de 30.000 suscriptores en YouTube no es nada
fácil. Sin embargo, para Marta Bertrand no es un número más, sino 30.000
posibles clientes para sus talleres presenciales y su tienda online de
productos para hacer ganchillo, The Bluü Room. El
proyecto empezó en 2012, pero no fue hasta julio de 2014 cuando se tomó en
serio su canal. Ahora lo actualiza todos los viernes y ofrece trucos y consejos
para tejer, un esfuerzo que le ha hecho no sólo subir sus visitas, sino también
aumentar las ventas.
Los vídeos están
desplazando el consumo de textos en Internet. Los españoles vemos más de 200 al
mes, según un estudio realizado por la consultora comScore. Supone un 20% del
tiempo que pasamos en la Red y que se prevé que llegará al 65% en 2019. Cuanto
antes se sumen las pymes a esta tendencia, más fácil les resultará posicionarse
y obtener un retorno económico. "Los objetivos del videomárketing son
múltiples: desde atraer tráfico hacia la web para conseguir más ventas, hasta
generar valor de marca y reforzar la imagen", apunta José Antonio Muñoz,
profesor de márketing online en IEBS.
-Buena parte de las
pequeñas y medianas empresas ya han experimentado los beneficios del márketing
de contenidos. Se trata de conseguir clientes de manera indirecta a través de
la producción de mensajes relacionados con la actividad de la compañía. Cada
día hay más blogs corporativos que cumplen estos principios, pero que ya no
marcan una diferencia con respecto a la competencia. Esto hace muy difícil
aparecer en los primeros puestos en los buscadores y, por tanto, que las
puertas de un comercio se abran a un posible comprador.
Sin embargo, son muy
pocas las firmas que han hecho una apuesta seria por los vídeos. "Es una
gran alternativa a la hora de enfrentarse a este problema de saturación",
añade Muñoz. Además, YouTube pertenece a Google y éste potencia las páginas
webs que están enlazadas a su portal.
-El ejemplo de The Bluü
Room demuestra que, aunque es más caro que escribir una entrada para un blog,
el videomárketing no es prohibitivo para las pymes. Piezas elaboradas con una
webcam y mínimamente editadas pueden funcionar, aunque el retorno suele ser
mayor cuanto más trabajado esté el vídeo. En este caso, la empresa puede acudir
a una pequeña productora o freelances, que cuentan con todo el material
necesario y los conocimientos para montar un vídeo atractivo con tarifas a
partir de los 200 euros.
-El videomárketing no
significa grabar un vídeo corporativo, subirlo a Internet y olvidarse de él.
Para que tenga éxito, requiere una planificación a medio plazo, en la que la
producción sea constante. Lo ideal es que un canal de YouTube se actualice
todas las semanas, a ser posible el mismo día, para crear cierta rutina con los
suscriptores. No obstante, una periodicidad menor también puede funcionar,
siempre y cuando sea regular.
La producción de vídeos
debe ser regular para que los espectadores se 'enganchen' a la pyme
-El canal debe tener un
carácter definido, que siga el mismo patrón y que sea cercano a los clientes.
Por ejemplo, si un despacho de abogados da consejos legales, el tono será
profesional. Aun así, el bufete ha de tener en cuenta que habrá que adaptar su
estilo al propio de YouTube y otras redes sociales:un poco más desenfadado,
dinámico y con un toque de viralidad.
"Un vídeo de 10
tiene que ser, en primer lugar, conciso, es decir, que la información que tenga
que transmitir vaya al grano, no se ande con rodeos y no llegue a aburrir al
espectador", subraya el profesor de IEBS. Esto es muy importante, ya que
uno de los factores que más relevancia tiene dentro del algoritmo de este
portal a la hora de posicionar un vídeo es la tasa de abandono, es decir, si
todo el mundo lo deja a la mitad, será muy difícil que se muestre en los
resultados de búsqueda.
Tampoco se deben olvidar
otros aspectos más formales para que funcione bien. Es importante despertar la
curiosidad de los usuarios con un buen título, una descripción llamativa y una
cuidada selección de palabras clave que posicionen bien la pyme entre su
público objetivo. Incluir la página web de la compañía o su tienda online es
imprescindible para que la conversión de espectador a cliente sea más fácil.
El secreto: continuidad y paciencia
Abrir un canal en YouTube y
obtener un retorno económico es un proceso lento. "No se puede pretender
subir un vídeo y comenzar a conseguir millones de visitas. Se requiere
continuidad y periodicidad para que la estrategia se consolide", insiste
José Antonio Muñoz, profesor de márketing online en IEBS y director de
márketing en Testabit, que ayuda a 'start up' de base tecnológica a comprobar
que sus productos serán demandados. Por este motivo, es necesario programar
actualizaciones periódicas -una semanal- para dotar al canal de información.
Así, si un cliente da por casualidad con uno de ellos, tendrá material
suficiente para saber a qué se dedica la empresa. Cuando ya se empiece a tener
suscriptores, es aconsejable anunciar en un vídeo cuál será el tema que se va a
tratar en el siguiente. De esta manera se genera expectación entre los
seguidores. Para aumentar el interés por el canal y, por lo tanto, por la pyme,
también es importante provocar conversación en torno a las piezas recién
subidas y a las próximas en los perfiles en redes sociales de la compañía. Así
se pasarán los seguidores de unas plataformas a otras.
http://www.expansion.com/pymes/2015/07/28/55b7ac5fe2704e853b8b458f.html
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