La falta de
una alimentación adecuada y pocas horas de sueño son algunos de los factores
que dificultan la etapa de la pubertad en los niños, advirtió el especialista en
endocrinología pediátrica, Arturo Ayala.
En un comunicado, el médico pidió a los padrespromover una nutrición sana desde casa, establecer límites en sus horarios para dormir y retirarles cualquier dispositivo electrónico que interfiera en su desarrollo.
Menciona que para los niños que tienen 10 años o más, el regreso a clases significa un reto a vencer por los cambios físicos y emocionales que enfrentan durante la pubertad, periodo que se caracteriza por múltiples transformaciones.
Entre estos cambios, están la maduración de los genitales, la aceleración y finalización de la etapa de la niñez y cambios en la personalidad.
Además, el ritmo de crecimiento de un niño durante la pubertad depende de factores genéticos como la talla familiar baja, normal o alta, por lo que el ritmo de maduración puede ser rápido, normal o lento.
"La hormona de crecimiento es el principal regulador del crecimiento durante la pubertad y, en general, desde el nacimiento. En el caso de las niñas, alcanzan la velocidad máxima de crecimiento en la pubertad.
"La ganancia en talla posterior a ello varía según factores genéticos, ambientales y nutricionales", detalló el especialista.
Esta etapa se divide en dos fases: Pubertad precoz, que es cuando los caracteres sexuales secundarios aparecen antes de los 8 años en la niña y 9 años en el varón.
Además, comienzan a evolucionar de forma precoz en el desarrollo físico como en la maduración ósea y en el crecimiento.
Mientras que en la segunda fase conocida como la Pubertad retrasada hay ausencia de los caracteres sexuales secundarios, ausencia de la primera menstruación a los 13 años y en los varones el volumen testicular es inferior.
El especialista indicó que las niñas dejan de crecer a los 16 años, mientras que los niños a los 18 y en algunos casos, incluso, la edad se recorre hasta los 21 años, por lo que en esa etapa tanto hombres y mujeres pueden sentirse confusos ante los cambios.
Arturo Ayala exhortó a los padres estar más pendientes de los cambios físicos que experimenten sus hijos bajo la supervisión de un especialista que pueda apoyarlos a diagnosticar cualquier cambio en su crecimiento.
Además, de estar al pendiente de los cambios emocionales que determinarán su carácter y autoestima, en especial durante la etapa escolar.
En un comunicado, el médico pidió a los padrespromover una nutrición sana desde casa, establecer límites en sus horarios para dormir y retirarles cualquier dispositivo electrónico que interfiera en su desarrollo.
Menciona que para los niños que tienen 10 años o más, el regreso a clases significa un reto a vencer por los cambios físicos y emocionales que enfrentan durante la pubertad, periodo que se caracteriza por múltiples transformaciones.
Entre estos cambios, están la maduración de los genitales, la aceleración y finalización de la etapa de la niñez y cambios en la personalidad.
Además, el ritmo de crecimiento de un niño durante la pubertad depende de factores genéticos como la talla familiar baja, normal o alta, por lo que el ritmo de maduración puede ser rápido, normal o lento.
"La hormona de crecimiento es el principal regulador del crecimiento durante la pubertad y, en general, desde el nacimiento. En el caso de las niñas, alcanzan la velocidad máxima de crecimiento en la pubertad.
"La ganancia en talla posterior a ello varía según factores genéticos, ambientales y nutricionales", detalló el especialista.
Esta etapa se divide en dos fases: Pubertad precoz, que es cuando los caracteres sexuales secundarios aparecen antes de los 8 años en la niña y 9 años en el varón.
Además, comienzan a evolucionar de forma precoz en el desarrollo físico como en la maduración ósea y en el crecimiento.
Mientras que en la segunda fase conocida como la Pubertad retrasada hay ausencia de los caracteres sexuales secundarios, ausencia de la primera menstruación a los 13 años y en los varones el volumen testicular es inferior.
El especialista indicó que las niñas dejan de crecer a los 16 años, mientras que los niños a los 18 y en algunos casos, incluso, la edad se recorre hasta los 21 años, por lo que en esa etapa tanto hombres y mujeres pueden sentirse confusos ante los cambios.
Arturo Ayala exhortó a los padres estar más pendientes de los cambios físicos que experimenten sus hijos bajo la supervisión de un especialista que pueda apoyarlos a diagnosticar cualquier cambio en su crecimiento.
Además, de estar al pendiente de los cambios emocionales que determinarán su carácter y autoestima, en especial durante la etapa escolar.
http://www.informador.com.mx/suplementos/2015/605773/6/alimentacion-deficiente-y-falta-de-sueno-afectan-pubertad-de-ninos.htm
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