José Vadillo Vila
jvadillol@editoraperu.com.pe
Esfuerzo conjunto. Lima forma parte del proyecto Huella de Ciudades, que mide el impacto de la contaminación en la atmósfera y las fuentes de aguas que alimentan la capital. Con apoyo de la CAF desarrolla proyectos destinados a reducir sus emisiones de CO2, así como lograr un mejor uso de los recursos hídricos que alimentan a esta gran urbe. El sueño de convertirse en ciudad sostenible lo comparte con La Paz y Quito.
Esfuerzo conjunto. Lima forma parte del proyecto Huella de Ciudades, que mide el impacto de la contaminación en la atmósfera y las fuentes de aguas que alimentan la capital. Con apoyo de la CAF desarrolla proyectos destinados a reducir sus emisiones de CO2, así como lograr un mejor uso de los recursos hídricos que alimentan a esta gran urbe. El sueño de convertirse en ciudad sostenible lo comparte con La Paz y Quito.
¿Por qué es tan
importante para la CAF cofinanciar proyectos sobre el cambio climático en las
ciudades?
– La CAF tiene una larga
trayectoria respecto al cambio climático en las ciudades de la región. Hemos
sido líderes en el tema en América Latina, por ejemplo, en asuntos de reducción
de emisión de gases de efecto invernadero. Tenemos el foco en las ciudades
desde la perspectiva de un desarrollo sostenible, lo que incluye temas
como asesoría en desarrollo y planificación urbana, consumo energético e
iniciativas como Huellas de Ciudades.
¿Cómo se ha acogido el
proyecto Huellas de Ciudades en Lima, Quito y La Paz?
–Todo ha sido positivo
en las tres ciudades, que son muy vulnerables al cambio climático,
principalmente por la dependencia de los glaciares andinos tropicales para la dotación de agua y
generación de energía eléctrica. No nos quedamos en sus diagnósticos, les
ayudamos a plantear soluciones, que es lo más importante. Ahora hay un gran
número de urbes de Sudamérica que nos han solicitado hacer algo similar.
¿Qué ciudades serán las
próximas?
–Empezamos a trabajar con Fortaleza (Brasil), Guayaquil
(Ecuador), Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y, probablemente, a inicios de
2015 también con Arequipa. Hay una demanda muy grande.
¿Cuánto tiempo está
previsto trabajar con las tres urbes en Huella de Ciudades?
–Eso lo determinarán sus autoridades. La CAF ha ayudado a diagnosticar la
situación y a identificar una serie de posibles acciones que ayuden a mitigar o
reducir su huella de carbono, que mide la cantidad de gases de efecto
invernadero que emite una ciudad a la atmósfera durante un año.
Ahora depende de sus autoridades locales o nacionales si quieren
apoyar y buscar recursos para implementar iniciativas de transporte masivo, de
eficiencia energética, de tratamiento de aguas servidas, etcétera. La CAF
trabaja con todos estos proyectos y estamos dispuestos a cofinanciar y apoyar
esos esfuerzos.
Hablemos de Lima, ¿cómo
ve el trabajo hecho?
–Lima empezó después de La Paz, pero inmediatamente se puso a la
par porque tenía bastante información ya sistematizada.
Por ejemplo, la huella de carbono de Lima a 2012, cuando iniciamos
el proyecto, ascendía a 15 millones 432,105 toneladas de CO2 al año. El 36%
provenía del consumo de combustibles; el 32%, del consumo de energía eléctrica
y combustible en comercio y viviendas; el 18%, del consumo de energía eléctrica
y combustible en las industrias, y 14%, de la descomposición de los residuos
sólidos.
La huella hídrica de su capital ascendía a 6,398 millones 458,039
metros cúbicos al año. El 95% provenía de un gasto residencial; el 4% era
comercial; 0.3%, industrial, y otro 0.3% se gastaba en servicios públicos.
En enero entrará un nuevo
alcalde, ¿se continuará con el proyecto?
–Creo que el Perú es un país que ha asumido una visión de largo
plazo en su desarrollo y Lima también tiene esa meta, que trasciende la
variabilidad de gobiernos transitorios. Es decir, aquí hay una visión de país y
de ciudad. Entonces, estoy seguro de que las nuevas autoridades de la capital
darán continuidad al proyecto, que es positivo para su población, para la
calidad de vida de los limeños.
Presentarán Plam
El 19 de diciembre se entregará a la ciudad el Plan de Desarrollo
Urbano Metropolitano de Lima (Plam), elaborado con apoyo de la CAF y que espera
la aprobación del Concejo Metropolitano.
Este incluye una cartera de más de 200 proyectos, entre ellas la
reutilización de aguas residuales, el incremento del “verde urbano” y la
creación de ciudades sostenibles en Ancón (norte) y Lurín (sur).
Este año la comuna limeña creó la gerencia del
ambiente e implementó su comité de ecoeficiencia, tal como establece la ley.
Gunther Merzthal, vocero de la comuna, señaló que se invirtieron alrededor de
1,000 millones de nuevos soles en distintas iniciativas ambientales. Recordó
que la gestión vigente se ocupa del cambio climático mediante cuatro líneas de
trabajo y un plan de desarrollo urbano que la ciudad no actualizaba desde 1980.
http://www.elperuano.com.pe/edicion/noticia-lima-trabaja-yaen-reduccionde-su-impactoen-ambiente-24645.aspx#.VafKUfl_Oko
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