El asturiano Santiago Álvarez sostiene que el mercado de frutas
y hortalizas no dispone de la suficiente información y por eso es pasto de los
especuladores
"La idea se me ocurrió mientras trabajaba para una
multinacional de fruta en Mercamadrid" dice Santiago Álvarez, un
asturiano de 41 años que por entonces se ganaba la vida como comercial de
ventas. "Dedicaba dos horas al día a hacer llamadas para enterarme de cómo
iba el mercado de la fruta y, al salir, me pasaba por tres o cuatro supermercados
para ver los precios. ¿Y sabes qué? En realidad no me hacía a la idea de cómo
estaba el mercado, porque no hay herramientas para medir las fluctuaciones del
precio de la fruta; es un mercado medieval, que basa los precios en las
cosechas de años anteriores, están todos los agentes a oscuras".
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Álvarez explica todo esto como emprendedor desde Madrid Campus,
la nueva meca de la innovación que Google estrena en la
capital de Españal. Tiene una plaza asegurada porque su startup Fruitbull es una de las que
Seedrocket, aceleradora oficial del espacio, ha señalado como las más
prometedoras. "Así que me puse a investigar cómo arrojar luz al mercado de
las frutas y las verduras, que se desarrolla tirando producto para
mantener los precios", dice.
Su investigación se tradujo en el software Fruitbull, que recoge en tiempo real los precios que se están
pagando por cualquier fruta o verdura en todos los supermercados. El
emprendedor sostiene que el éxito del producto está detrás de los
algoritmos que ha diseñado para medir el mercado, si bien el sistema dista
mucho de ser un mero intérprete de chorros de datos institucionales.
Álvarez asegura que Fruitbull tiene un equipo de diez personas
enviando constantes reportes desde supermercados de todo el país. "Es
información básica para un productor saber a cuánto se está vendiendo su
producto en el punto de venta, y también para los supermercados, que pueden ver
de golpe a cuánto vende su competencia", dice Álvarez. Fruitbull funciona
por suscripción; hay tres modelos enfocados a pequeños
productores y distribuidores y otra para mayoristas que muestrea todo el
mercado por 1.200 euros al mes.
¿Y qué revelan los datos? "Que de un mercado oscuro y poco
homogéneo ha salido un consumidor inculto, que no sabe que está comprando
la misma manzana al doble de su precio en determinados sitios", comentan
desde Fruitbull, que está disponible para iPhone y Android pese a tratarse de
una herramienta profesional: "En el sector hay aversión a los ordenadores,
pero todos se conectan a internet con el teléfono", dicen.
Aunque cuenta sesenta clientes y apenas un año de vida,
Álvarez quiere internacionalizarse. En sus planes está0 levantar una ronda de
300.000 euros y abrir filiales en Francia, Alemania y Reino Unido: "Son
los propios clientes los que me están pidiendo que les ofrezca información de
mercados extranjeros", concluye.
http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2015-06-22/de-mercamadrid-a-google-campus-gracias-al-bloomberg-de-la-fruta_896604/
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