LECCIONES DEL TERREMOTO DE NEPAL: HAY QUE ESTAR PREPARADO PARA LOS DESASTRES

El reciente terremoto de magnitud 7,8 que sacudió Nepal dejó un largo rastro de destrucción y un número de muertos que sigue aumentando. Mientras los habitantes de la región lidian con la tragedia, EEUU y otros países deben aprender que es necesario estar preparado para los desastres naturales. Para discutir ese asunto, Knowledge@Wharton conversó con  Howard Kunreuther, director adjunto del Centro de Gestión de Riesgo y de Procesos de Decisión de Wharton y profesor de Gestión de las Operaciones y de la Información.

En la entrevista, Kunreuther dice que Nepal no está solo porque no es el único país al que puede sorprender un desastre de este tipo. Incluso países desarrollados como EEUU vivieron eventos similares que pusieron a prueba los límites de su preparación ante casos de emergencias, como durante el huracán Katrina, en 2005. “Lo que sucedió en Nepal es algo que ocurre en todas las partes del mundo. Si algo no sucede durante un largo tiempo, ‘no me pasará a mí’. Eso es lo que suelen pensar las personas”, dice.
Kunreuther es también coautor de un artículo sobre este tema publicado por el Philadelphia Inquirer.
A continuación, la versión editada de la entrevista.
Knowledge@Wharton: En primer lugar, ¿cuáles serían las lecciones que EEUU y otros países pueden aprender de lo sucedido en Nepal y de qué manera pueden prepararse mejor para los desastres de este tipo?
Howard Kunreuther: El terremoto que sacudió el país ha sido terrible, y las personas todavía están intentando recuperarse.
Pero cuando se trata de lecciones que otros países pueden aprender, lo que sucedió en Nepal es algo que ocurre en todas las partes del mundo. Si algo no sucede durante un largo tiempo, ‘no me pasará a mí’. Eso es lo que suelen pensar las personas. Nepal ya vivió un terremoto muy fuerte hace 80 años que destruyó el país, pero el tiempo pasó y las personas se fueron resistiendo a la idea de que un terremoto volviera a ocurrir en el futuro.
Lo mismo sucede en EEUU. Las personas no se preparan para los desastres, pero suceden. Los países que realmente aprendieron de los terremotos, como Chile, pueden salir mejor parados.
Knowledge@Wharton: ¿Podría hablar un poco más acerca de las medidas extraordinarias tomadas por Chile para prepararse ante los desastres?
Kunreuther: Chile es un país con un gran número de terremotos y tuvimos mucha suerte — mis compañeros Mike Useem, Erwann Michel-Kerjan y yo— de poder contactar con varios líderes importantes del país, inclusive el ex presidente Piñera, porque pudimos examinar cómo Chile se recuperó del grave terremoto de 2010. El motivo por el cual tuvieron éxito a la hora de recuperarse después del desastre se debe a que los chilenos contaban con dos cosas que considero muy importantes.
En primer lugar, el país tenía un historial de terremotos y había aprendido de ellos. En consecuencia, se habían tomado medidas, como la introducción de códigos de construcción que se aplicaron de forma correcta. Las personas también adquirieron pólizas de seguro contra terremotos para protegerse. En segundo lugar, contaron con el liderazgo de un nuevo presidente que […] había tomado posesión dos semanas después de ocurrida la tragedia. Su liderazgo, en realidad, fue de enorme importancia. En nuestro libro,Leadership Dispatches, llamamos la atención sobre ese punto.
Knowledge@Wharton: ¿Cómo compararía lo que sucedió en Chile y la forma que tuvo el Gobierno americano de lidiar con el huracán Katrina, por ejemplo?
Kunreuther: El Katrina fue un verdadero desafío. Había represas que estaban mal diseñadas, por eso los daños fueron tan grandes. El proceso de recuperación no fue nada fácil. No sólo hubo muchos muertos […] también la recuperación fue lenta, tanto que el país aún está reconstruyendo partes de la ciudad debido a los estragos.
Knowledge@Wharton: ¿Hay Estados, posiblemente California, que se preparan de forma efectiva para estos desastres?
Kunreuther: California hace un trabajo extraordinario de preparación para los terremotos porque ya ha pasado por varios y ha aprendido la lección. Como consecuencia de ello, hay numerosas medidas en vigor que atenuarán los daños. A pesar de eso, sólo un 10% de los habitantes del Estado tienen seguro contra terremotos. Será interesante ver lo que sucederá si hay un terremoto serio en la región. La posición del Estado es favorable, pero la de los habitantes es relativamente ineficaz hasta el momento.
Knowledge@Wharton: Respecto a los países menos desarrollados, siempre está la dificultad de dirigir los fondos hacia las necesidades inmediatas en lugar de hacia las futuras. Por lo tanto, ¿qué puede hacer un país en desarrollo para garantizar que esté preparado para los desastres y, al mismo tiempo, financiar las necesidades presentes del país?
Kunreuther: Vamos a utilizar Nepal como ejemplo, ya que el país pasó por un terremoto terrible. Nepal, en realidad, había tomado algunas medidas, ya que algunos edificios más recientes fueron construidos de acuerdo con códigos de edificación que los hacen más sólidos. Hasta donde yo sé, muchos de ellos no se vieron seriamente afectados. Por eso, creo que la ciudad —Katmandu y región— estaba mejor preparada con esas nuevas construcciones.
El desafío para un país como Nepal, tal y como hemos escuchado y leído, es que hay numerosas construcciones antiguas. Una ciudad como Bhaktapur, fuera de Katmandu, que alberga tesoros históricos, fue seriamente destruida. Katmandu también sufrió daños. Debo mencionar que aprendí muchas cosas sobre Nepal porque mi hija, Laura Kunreuther, es antropóloga y estudió el Nepal y yo, obviamente, ya había estado allí algunas veces. Me quedé muy impresionado con los habitantes y su capacidad de lidiar con la situación.
Pero el desafío mayor al que el país se enfrenta tiene que ver con su liderazgo. Será preciso esperar para ver de qué manera el Gobierno lidiará con esas cuestiones porque […] el liderazgo es imprescindible. Eso marcó la diferencia en Chile.
También es más difícil para un país en desarrollo [prepararse de forma proactiva para las tragedias]. Haití se enfrentó a enormes desafíos después del terremoto que sacudió el país. Nepal está en una situación mucho mejor que Haití, donde murieron 100.000 personas. El número de muertos en Nepal fue de 5.000. Es una cifra significativa, pero que es ínfima si se compara con lo que sucedió en Haití.
Por lo tanto, creo que tendremos que esperar para ver si el Gobierno de Nepal estará en posición de aprender con lo ocurrido. Aprendemos realmente con las catástrofes. El punto positivo es que es posible hacer las cosas mejor después de una catástrofe que antes.
Voy a dar un ejemplo de lo que sucedió en EEUU para ilustrar ese hecho. Antes del huracán Andrew, en 1992, por lo tanto hace algunos años, 1/3 de los edificios construidos no cumplían con las exigencias de los códigos de construcción. Ellos se habrían salvado si hubieran seguido los códigos. Florida no obligaba al uso de los códigos. El huracán Andrew fue una llamada de atención para el Estado. Actualmente, Florida cuenta con los mejores códigos de construcción del país o, por lo menos, de los mejores. Ellos aprendieron del desastre.
Se espera que los países en desarrollo también aprendan.
Todos esperamos que Nepal salga de esa situación con una mejor comprensión de lo que es necesario hacer para lidiar con desastres.
Knowledge@Wharton: En su opinión, ¿cuáles son los principales errores que los países en desarrollo cometen en lo relativo a la preparación para los desastres?
Kunreuther: No lo llamaría errores. Creo que más bien serían limitaciones.
Ellos no tienen muchos recursos. Por lo tanto, es difícil decir, de pronto, que todo se construirá con tanta solidez que no habrá otra tragedia. El hecho de que los nuevos edificios en Nepal hayan sido construidos de acuerdo con códigos es un testimonio de la […] iniciativa del país.
Haití, por ejemplo, no tenía ningún código de construcción. Buena parte de la destrucción ocurrió a causa de eso. Por lo tanto, es la falta de recursos y las limitaciones lo que constituyen un desafío. Creo que ésa es la razón por la cual, en cierto sentido, necesitamos instituciones como el Banco Mundial para ayudar en situaciones de este tipo.
Desde el punto de vista de las personas, el problema es bastante parecido. Tienen tantas otras cosas en la mente, sobre todo necesidades inmediatas, que les resulta muy difícil incluso dedicar tiempo y recursos para pensar en qué hacer durante un desastre.
Knowledge@Wharton: ¿Y en cuanto a los países desarrollados? ¿Cuáles serían algunos de sus mayores errores?
Kunreuther: El sentimiento de que, de algún modo, “eso no me va a suceder a mí” y, en consecuencia, no tengo que preocuparme por ese tipo de cosas. Además de eso, los costes derivados de las medidas a tomar son demasiado altos para los recursos de que disponemos. Esa es una cuestión sobre la cual hemos reflexionado profundamente en el Centro de Riesgos de Wharton. ¿Cómo empezar a desarrollar estrategias de largo plazo, pero que satisfagan las necesidades a corto plazo?
Creo que hay maneras de empezar a pensar sobre el tema. Espero que EEUU intente adoptar algunas de ellas, piense, por ejemplo, en los préstamos de largo plazo como forma de dispersar de forma efectiva los costes iniciales a lo largo de varios años. Piense en la cuestión de la disponibilidad financiera y cómo lidiar con eso de una manera que haya desarrollo en algunas áreas, pero reconociendo, al mismo tiempo, que es preciso tener cautela respecto a lo que se hace.
Es preciso garantizar que los ciudadanos que no pueden pagar una prima de seguro muy alta, si es que hay una prima alta que refleje el riesgo, estén atendidos. Hay que ayudar a esas personas, pero no debemos hacerlo con una prima de seguro. Es preciso encontrar otros medios, como evaluaciones comprobadas de ingresos o algún otro mecanismo que ayude a las personas de baja renta.
Knowledge@Wharton: ¿Qué cambios regulatorios recomienda que el Gobierno americano adopte para poner en práctica esas soluciones?
Kunreuther: Asegurarse de que los edificios estén bien diseñados y que los códigos sean obligatorios. En ese caso, las regulaciones del uso de la tierra son importantes. Una regulación sobre la cual hemos pensado bastante tiene que ver con el seguro. Hay un sentimiento generalizado de que es preciso subsidiar las primas para ayudar a las personas de baja renta.
Una cosa que se podría hacer —y creemos que es importante— consiste en permitir que la prima del seguro refleje el riesgo, de manera que las personas sepan lo que tienen que pagar para cubrir ese riesgo. Ellas también serían recompensadas si toman medidas para reducir ese riesgo, tendrían una prima más baja. Por lo tanto, es importante una prima que refleje el riesgo. Pero es preciso imaginar qué hacer con las personas de baja renta y con aquellas que no pueden pagar la prima y que necesitan un tratamiento especial.
Knowledge@Wharton: Parece lógico. ¿Qué impide que esos cambios sean adoptados por las directrices regulatorias?
Kunreuther: Lo que ocurre es que las personas piensan sólo a corto plazo en muchas de sus decisiones. Tenemos una pequeña expresión que usamos en ese caso, y como usted tocó el tema aquí, voy a usarla: comportamiento NIMTOF, que se aplica a todos nosotros, pero principalmente a los políticos. ¿Tiene alguna idea de lo que significa?
Knowledge@Wharton: ¿Podría explicarlo?
Kunreuther: No En mi Mandato [según las siglas en inglés]. Por eso, pensar a muy corto plazo dificulta excesivamente algunas de esas cuestiones de largo plazo, a menos que usted imagine una manera de obtener un retorno rápido. En EEUU, tenemos un cierto grado de polarización respecto a los diferentes enfoques de cómo lidiar con eso, lo que dificulta bastante conseguir la aprobación de alguna cosa. Espero que eso cambie en los próximos años. Habrá que esperar para ver qué pasa.

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