EMPRESAS
FAMILIARES: ¿CUÁN CARO ES NO CONTRATAR A LA GENTE APROPIADA?
“Hemos perdido más de
un año por no contratar a las personas que debíamos”. Ésta fue la conclusión al
finalizar un directorio de parte de los propietarios de la empresa. Dado el
crecimiento de la última década, habían decidido apostar por gente que no fuera
de la familia para ocupar ciertas jefaturas de responsabilidad. Querían
contratar gente profesional y al inicio se propusieron mirar alternativas en el
mercado recibiendo CV de bachilleres -e incluso alguno con MBA- de diferentes
fuentes. Cuando empezaron las entrevistas comenzó la desazón cuando escuchaban
las expectativas económicas de los candidatos. “¿Vamos a pagar tanto por gente
que no conocemos y que ni siquiera conoce el mercado?”
La decisión fue
entonces mirar a gente del sector que ellos habían tratado y que les había
parecido “de confianza”: gente que se había mostrado bien dispuesta al
tratarlos como clientes, inteligente y con expectativas acorde con lo que “se
paga en el medio”. Sin mediar proceso alguno de selección optaron por contratar
a dos personas cuya relación previa les había generado confianza. Las
posiciones que ocuparían eran críticas para desarrollar el negocio y se esperaba
que el conocimiento del sector (aunque no necesariamente en esas posiciones)
fuera suficiente acicate para el éxito que se esperaba. El fin de la
historia ya está dicho.
Contratar personas
adecuadas es algo muy difícil. Que estas personas se desarrollen apropiadamente
en la posición asignada es todavía más difícil. Las conclusiones que podemos
sacar de esta historia son las siguientes:
Evalúe mejor la
relación entre salario y valor que puede generar la persona. No espere llegar a
conseguir a superman a precio de superratón. Invertir un poco más puede ser la
diferencia entre lograr objetivos duraderos y metas importantes o perder el
tiempo (y posición en el mercado).
Invierta en hacer un
buen proceso de selección. Esto implica la evaluación psicológica, evaluación
de competencias, evaluación técnico-profesional, investigar sobre referencias
personales y profesionales, entrevistas en profundidad (y por expertos) y hasta
simulación de habilidades. Si le ofrecen hacer todo esto muy barato,
posiblemente lo estén engañando. Muchas de estas pruebas tienen evaluación
interpretativa, por lo que depende del expertise del evaluador para que el resultado sea
lo más cercano a la realidad. Lo barato le puede salir caro.
Una posición crítica (estratégica)
se cubre con un profesional competente. No bastará con poner mucha gente a
hacer una labor si lo que requiere es innovación, desarrollo y ejecución
sobresaliente. Tenga presente que varios superratones no hacen un superman.
Traer gente que no es
del sector, pero tiene experiencia en la materia, puede inyectar una buena
dosis de creatividad. Cuidado que quienes están en el sector tienen
efectivamente un conocimiento del mismo, pero también están contaminados con
los vicios adquiridos. Parafraseando a A. Einstein, no espere obtener
resultados diferentes si hace lo mismo que otros.
No confunda delegar
con abdicar. Por muy buen profesional que contrate, no espere que desde el
primer día ya resuelva todos los problemas. Una buena inducción y un acompañamiento
periódico tendrán un fuerte efecto en los resultados, además que le permitirá
conocer a la persona y que ésta gane su confianza.
Aunque seleccionar a
la persona adecuada es todo un reto, lo más difícil es retenerla. Para ello
debe trabajar en motivarla, desarrollarla y hacer que su trabajo se dé en un
ámbito de confianza y respeto.
Dicen estadísticas
norteamericanas que equivocarse al contratar o perder a un trabajador y
reponerlo cuesta el equivalente al salario anual de la
posición multiplicado por cinco. ¿Se animaría usted a hacer los cálculos
de cada mala contratación en su empresa?
http://pad.edu/2015/04/08/empresas-familiares-cuan-caro-es-no-contratar-a-la-gente-apropiada/
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