Este artículo ha sido elaborado por Knowledge@Wharton en colaboración con TTR – Transactional Track Record.
El sistema sanitario cubano, presentado en numerosas ocasiones
como el mayor logro de la Revolución Cubana junto con la enseñanza universal,
ha sobrepasado los límites de las playas de la isla y hoy en día es uno de los
principales productos de exportación del país. Los servicios profesionales
realizados por los médicos y enfermeros cubanos —cerca de 37.000 trabajando en
77 países— generan una renta del orden de US$ 8.000 millones, según informan
las autoridades locales.
Los médicos y los enfermeros cubanos son enviados en “brigadas
médicas” a países lejanos, asolados por la guerra y las enfermedades, y que se
encuentran mal equipados para hacer frente a las crisis humanitarias sin apoyo
externo, como Haití, sacudido por un terremoto, y Liberia, devastado por el
Ébola.
Fue lo que sucedió, por ejemplo, con Rodrigo Álvarez Cambras,
director del Complejo Internacional Ortopédico Frank Pais, en las inmediaciones
de La Habana. Él atendió una solicitud para operar la columna de Sadam Hussein
y trató al fallecido líder iraquí durante cerca de dos décadas.
La
ventaja de la proximidad
Actualmente, diversos hospitales de EEUU envían profesionales
del área médica a países lejanos como Filipinas para que realicen prácticas,
según informa Steven Ullmann, profesor de la Facultad de Administración de
Empresas de la Universidad de Miami y director del Centro de Gestión y de
Política Sanitaria.
Debido a la
proximidad con EEUU, donde hay escasez de médicos y enfermeros que hablen
español para los servicios de atención básica, tiene sentido que se piense en
Cuba como base de entrenamiento y reserva de profesionales médicos, observa
Ullmann, que es también coautor del libro “Salud en Cuba: sueños utópicos
y futuro frágil” (Cuban Health Care: Utopian
Dreams, Fragile Future). Él llama la atención sobre la preocupación
del Gobierno cubano por el cuidado preventivo y su sistema descentralizado de
médicos (58,2 por cada 1.000 habitantes), en que los profesionales se
establecen en barrios distintos y son responsables de sus comunidades
inmediatas. Esta es para él la receta para la baja tasa de mortalidad infantil
del país (4,2 muertes por 1.000 recién nacidos vivos) y para la esperanza de
vida relativamente alta de 78,6 años. Al mismo tiempo, Ullmann destaca que Cuba
recibe ayuda humanitaria en forma de medicamentos y equipos médicos básicos por
parte de donantes europeos y grupos de apoyo en EEUU.
Momento
de protagonismo
Más de un millón de americanos viajan al exterior todos los años
en busca de cuidados médicos. Ellos van a países como Costa Rica, Colombia,
India, Israel, Malasia, México, Singapur, Corea del Sur, Taiwan, Tailandia,
Turquía, Brasil y Argentina. Cada vez más, las compañías de seguros globales
ofrecen cobertura para diversos mercados internacionales. La tendencia hacia
los descuentos cada vez mayores en EEUU estimula los viajes para intervenciones
y diagnósticos de rutina, señala Ullmann.
Health City es una joint venture 30/70 entre Narayana Health,
que cuenta con 26 hospitales y un total de 8.000 camas en toda India, y
Ascension Health, con sede en EEUU, una institución católica con 18.000 camas
en 23 estados. Chandry Abraham, jefe de servicios médicos y director de las
instalaciones, dice que Health City escogió Gran Caimán para la instalación de
su primera unidad fuera de India debido a la proximidad con el mercado
americano y a los incentivos ofrecidos por las autoridades locales.
Expandir
la biotecnología
Además de la actual contribución de los profesionales cubanos
del área médica, y en el futuro, al sector de la salud global dentro y más allá
de las fronteras del país, la isla está deseando hacer prosperar sus
incipientes industrias biotecnológica y farmacéutica. Aunque los servicios de
salud no puedan ser propiedad de extranjeros, el desarrollo de medicamentos no
está sujeto a esas restricciones, y Cuba busca de forma activa capital
extranjero y socios comerciales en el exterior para llevar adelante su
producción de agentes anticancer y de productos para combatir problemas
cardiovasculares.
El Centro de Inmunología Molecular (CIM), localizado a 20
minutos al oeste del centro de La Habana en un complejo moderno de laboratorios
y almacenes, es fruto del Instituto Nacional de Oncología y Radiología de Cuba,
y cuenta con una línea sólida de productos que pretende comercializar. Su
medicamento más importante, el Nimotuzumab, un anticuerpo monoclonal humanizado
anti receptor del Factor de Crecimiento Epidérmico (EGFR), está siendo
comercializado internacionalmente a través de joint ventures en Singapur y en
China y por subsidiarias extranjeras después de haberse realizado pruebas
clínicas exitosas de tumores en el cerebro, la cabeza y el cuello en Canadá,
China, Cuba, Alemania e India.
Hay negociaciones en marcha con varias multinacionales
farmacéuticas, dice Iznaga-Escobar. Otras numerosas instituciones bajo el
amparo de BioCuba Farma se disputan también el capital extranjero con el
objetivo de establecer o de acelerar la producción de drogas genéricas,
contraceptivos y agentes inyectables, tanto para sustituir las importaciones
como para aumentar las divisas por exportaciones. En iniciativas de ese tipo y
en todas las actividades relacionadas con la biotecnología médica, el Gobierno
cubano insiste en retener la parte mayoritaria del negocio, indica
Iznaga-Escobar.
http://www.knowledgeatwharton.com.es/article/el-sector-sanitario-cubano-busca-ampliar-sus-fronteras/
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