La Inversión Extranjera Directa (IED) tiene
como propósito crear un interés duradero y con fines económicos o empresariales
a largo plazo por parte de un inversionista extranjero en el país receptor.
Chile recibió en 2014 Inversión Extranjera Directa (IED)
por 23,302 millones de dólares, un 15 por ciento más que el año anterior, según
cifras preliminares del Banco Central difundidas por fuentes gubernamentales.
Durante 2013, los ingresos por este concepto alcanzaron a 20,258 millones de
dólares, precisó un comunicado del Comité de Inversiones Extranjeras. El total
de la inversión correspondiente al año pasado se divide en US$ 10,792 millones
correspondientes a Participaciones en el capital; US$ 6,720 millones a
Utilidades reinvertidas y US$ 5,790 millones a Instrumentos de Deuda.
"Gran parte de estos montos están asociados a
adquisiciones de compañías y desarrollo de nuevos proyectos. En un contexto
regional y mundial en que las inversiones relacionadas con los commodities han
tenido una baja", destacó Jorge Pizarro Cristi, vicepresidente ejecutivo
del Comité, en la nota de prensa. "No sólo son una buena noticia para el
país, sino una señal de la confianza que los inversionistas extranjeros tienen
en el desarrollo de nuestra economía", añadió. Pizarro Cristi.
La Inversión Extranjera Directa (IED) tiene como propósito
crear un interés duradero y con fines económicos o empresariales a largo plazo
por parte de un inversionista extranjero en el país receptor. Es un importante
catalizador para el desarrollo, ya que tiene el potencial de generar empleo,
incrementar el ahorro y la captación de divisas, estimular la competencia,
incentivar la transferencia de nuevas tecnologías e impulsar las exportaciones.
Todo ello incidiendo positivamente en el ambiente productivo y competitivo de
un país.
Según el paradigma capitalista, la Inversión Extranjera
Directa es uno de los motores del desarrollo, especialmente para las economías
receptoras. Empezó a cobrar mayor relevancia a partir de finales de los años
ochenta, cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial
promovieron en los países periféricos la aplicación de las medidas propugnadas
por el Consenso de Washington: privatizaciones, reducción de la inversión del
sector público y liberalización comercial y financiera.
La Inversión Extranjera Directa, a partir de entonces,
pasó a convertirse en una de las principales fuentes de financiación de los
países empobrecidos. Según la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (CEPAL), entre 1996 y 2001 los flujos de Inversión Extranjera Directa
que entraron en la región superaron ligeramente el cuatro por ciento del
Producto Interior Bruto (PIB), mientras en 2007 este porcentaje aumentó un ocho
por ciento de promedio; en 2011, en plena crisis financiera y económica, la IED
descendió hasta el 5.8 por ciento.
http://www.bizusaperu.com/economia/inversion-extranjera-directa-en-chile-sumo--us-23302-millones-en-2014-segun-el-banco-central.html
Comentarios
Publicar un comentario