Los mandatarios de los 28 países de la Unión Europea dieron luz verde este jueves a un plan que prevé movilizar 315.000 millones de euros en inversiones para relanzar la estancada economía del Viejo Continente. El proyecto se apoya sobre todo en las contribuciones privadas, mientras queda por determinar el nivel de aporte de los distintos países.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la
Unión Europea (UE) alcanzaron este jueves un acuerdo para lanzar un plan de al
menos 315.000 millones de euros en inversiones frescas para reactivar la
alicaída economía del bloque y generar empleos.
Los
fondos deberían provenir prioritariamente del sector privado y luego de los
Estados miembros. Además, cuando estos últimos contribuyan, podrán quitar esas
sumas del cálculo de su déficit. Es lo que se ha dado en llamar la flexibilidad
del pacto de estabilidad y beneficiaría a países particularmente vigilados,
como Francia e Italia.
La base del plan es un fondo de garantía para inversiones de 21.000 millones de euros, al que contribuirán el presupuesto europeo y el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Juncker cuenta con que la garantía permita que el BEI enfrente las primeras fases del proyecto, contribuyendo con unos 60.000 millones. Pero es el sector privado el que debería dar el resto hasta alcanzar los 315.000 millones de euros.
“El dinero se movilizará desde 2015 hasta 2017 y procederá de las arcas comunitarias, BEI y de las aportaciones que voluntariamente realicen los Estados miembros. Países como el Reino Unido, Francia o España han anunciado que aportarán su granito de arena al plan, aunque todavía tiene que esclarecerse las condiciones para que determinen el monto de su ayuda”, informa Beatriz Manrique, corresponsal de RFI en Bruselas.
“El consejo europeo ha acordado por el momento que las aportaciones se ajustarán al Pacto de Estabilidad y Crecimiento, una de las principales demandas de Alemania, cuya canciller, Angela Merkel, ha reclamado firmeza después de que el presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, hubiera prometido abrir las puertas a la flexibilización”, añade la reportera de RFI.
La reunión en Bruselas, que terminó antes de lo previsto en vistas del consenso, también decidió evitar imponer nuevas sanciones a Rusia por su papel en la crisis ucraniana.
La base del plan es un fondo de garantía para inversiones de 21.000 millones de euros, al que contribuirán el presupuesto europeo y el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Juncker cuenta con que la garantía permita que el BEI enfrente las primeras fases del proyecto, contribuyendo con unos 60.000 millones. Pero es el sector privado el que debería dar el resto hasta alcanzar los 315.000 millones de euros.
“El dinero se movilizará desde 2015 hasta 2017 y procederá de las arcas comunitarias, BEI y de las aportaciones que voluntariamente realicen los Estados miembros. Países como el Reino Unido, Francia o España han anunciado que aportarán su granito de arena al plan, aunque todavía tiene que esclarecerse las condiciones para que determinen el monto de su ayuda”, informa Beatriz Manrique, corresponsal de RFI en Bruselas.
“El consejo europeo ha acordado por el momento que las aportaciones se ajustarán al Pacto de Estabilidad y Crecimiento, una de las principales demandas de Alemania, cuya canciller, Angela Merkel, ha reclamado firmeza después de que el presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, hubiera prometido abrir las puertas a la flexibilización”, añade la reportera de RFI.
La reunión en Bruselas, que terminó antes de lo previsto en vistas del consenso, también decidió evitar imponer nuevas sanciones a Rusia por su papel en la crisis ucraniana.
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