CON CREATIVIDAD MAGDALENA PINTÓ SU VIDA

La pereirana María Magdalena González es un ejemplo de superación.

“¿Cómo que no soy capaz? ¡Espere y verá!”.
Así le respondió María Magdalena González Osorio a una de sus tías cuando esta le dijo que ella no podía aprender a tejer.
Y lo cumplió y se sobró. Además de tejer aprendió a bordar,coser, pintar y hace manicure y pedicure. Continuócon una vida normal: estudió, se casó y tuvo dos hijas.
Cuando tenía siete años, Magdalena sufrió un accidente con un poste metálico de la Central Hidroeléctrica de Caldas (Chec). La descarga de energíano le quitó la vida, pero le afectó seriamente sus brazos.
Los médicos debieron amputarle el antebrazo derecho y perdió uno de sus dedos de su mano izquierda, que le quedó deforme por las quemaduras que tuvo.
Magdalena permaneció dos años hospitalizada y regresó a la casa de la tía que le dijo que no podía aprender a tejer. Ella y su hermana mayor vivían con esa familiar tras la muerte de su abuela materna, quien se quedó con las dos hermanas tras el fallecimiento de su madre. De su padre nunca supieron nada.
La tía era amorosa,pero según Magdalena, no creía que ella podía superarse.
“Quedé discapacitada, no mentalmente; físicamente, de las manos.Aprendí a coger las cosas por mí misma, a pintar”, recordó.
Desde queMagdalena aprendió a coger un lápiz entre sus maltrechos dedos no ha parado de dibujar, de pintar, de crear.
“A mis compañeras en el colegio les hacía afiches para los novios. Con lo que me pagaban me costeaba los pasajes en las busetas”, recordó.
Después de graduarse como bachiller,  Magdalena comenzó a pintar y dibujar para derivar su sustento.
Nunca ha estudiado nada relacionado con sustalentos.Contó que hace poco entró a un curso de cerámica y le devolvieron el dinero. La dejaron como profesora por su habilidad para pintar.
“¿Cómo es que se llama ese señor que perdió una pierna y es montañista?”, preguntó Magdalena abriendo sus ojos.
“Nelson Cardona (manizaleño)”, le respondimos.
“Ese. Yo pienso igual que él: la discapacidad está en la mente”, afirmóy esbozó una amplia sonrisa.
Nada me queda grande
En su casa del barrio Quintas del Campestre en Dosquebradas (Risaralda), Magdalena tiene las cosas que la hacen feliz y le permiten demostrar que es una mujer valiosa.
Allí tiene la máquina de coser con la que confecciona parte de su ropa y la de sus hijas y arregla las prendas de su marido.
“No me gusta coser para la gente de afuera; todavía no”, confesó Magdalena mientras manipulaba la máquina de coser con propiedad.
La profesora Clementina Franco la conoció y la llevó al colegio Santa Isabel, en Dosquebradas, donde Magdalena ha pintado murales en los salones y hace carteleras que apoyan el proyecto educativo del plantel: la escuela transformadora de actitudes.
“Magdalena es un ejemplo para los estudiantes de que la superación es una realidad”, comentó Franco.
Cuando Magdalena va a ese colegio es rodeada por profesoras y alumnos. Estas son algunas de sus mejores clientes.
Sus clientes del manicure y pedicure son sus vecinas. En un día puede recorrer varias casas del barrio “haciendo las uñas”. Y no es cualquier manicure. Hace el francés y el 'animal print', que está de moda.Por el manicure cobra 5 mil pesosy por el pedicure 7 mil.
Magdalena sueña con estudiar una carrera relacionada con las artes en una universidad.
“Yo soy capaz de hacer cualquier cosa. Nada me queda grande”, dijo.
FERNANDO UMAÑA MEJÍA
Corresponsal de EL TIEMPO
Pereira

http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/con-creatividad-magdalena-pinto-su-vida/14509058

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