"Durante los primeros 39 años de nuestra compañía, tuvimos uno de los mejores modelos de negocio de todos los tiempos, construido en torno a Windows como sistema operativo para PCs y para clientes corporativos. Subirnos a esa ola de innovación fue muy bueno para la empresa. Sin embargo, eso es el pasado". Son palabras de Kevin Turner, jefe de operaciones de Microsoft, y son una señal de que algo está a punto de cambiar dentro de la tecnológica.
Cuando estamos a las puertas del
lanzamiento de Windows
10, que muchos usuarios esperan con impaciencia para sustituir al denostado Windows 8,
Microsoft da pasos y señales hacia un nuevo modelo de distribución de sus
sistemas operativos. Los grandes lanzamientos cada tres años, con la
consiguiente venta de licencias a fabricantes y empresas, podrían dejar paso
a un sistema de actualizaciones regulares, menos ambiciosas pero continuas, que
los usuarios recibirán por suscripción.
De hecho, este año Microsoft ya dio los primeros pasos en esa
dirección cuando bajó los precios para que algunos fabricantes incluyesen
Windows 8 en sus dispostivos de bajo coste. Así, se pueden comprar tablets y
portátiles pequeños (tipo los Chromebooks de Google) equipados con el sistema
operativo de Microsoft, además de una suscripción a sus suite Office 365 por un
precio que no alcanza los 200 euros.
Si rebaja
las licencias, ¿por dónde llega el dinero?
Se trata de una estrategia para contrarrestar la influencia de
Android, y de los mencionados Chromebooks, cuyo resultado a largo plazo aún
está por ver. Pero mientras tanto, ¿de dónde piensa Microsoft sacar los
beneficios? La compañía alcanzó los 20.000 millones anuales de negocio
vendiendo licencias a fabricantes como HP, Lenovo, Acer, Toshiba, etc. que
instalaban sus sistemas operativos en los equipos que producían. También
vendiendo licencias a empresas y particulares. Pero al bajar los precios, esta
fuente se reduce. ¿Qué piensa hacer ahora?
No son pocas las voces que han señalado como posibilidad que la
compañía no espere realmente obtener ingresos de Windows 10. Podría ser una forma
eficaz de atraer a los usuarios a su entorno y una vez ahí, establecer otras
formas de monetización, como determinados programas o funciones premium, servicios
en la nube, etc.
Turner ha asegurado que no será
así. "Aún no hemos anunciado el marco de precios para Windows 10, pero
puedo asegurar que no hemos contemplado que vaya a ser una fuente de pérdidas
para nosotros", respondió a una pregunta de la audiencia en una conferencia
en Arizona, según
recogeGeekWire.
"Tenemos
que monetizarlo de otra manera"
No, Microsoft no piensa sacrificar Windows 10 para atraer usuarios
a su sistema, pero tampoco quiere comercializarlo como ha venido haciendo hasta
ahora. "Tenemos que monetizarlo de otra manera. Además, ahora hay más
servicios. Tenemos más oportunidades para añadir nuevos servicios al producto,
y hacerlo de una forma creativa".
De momento no hay más detalles y habrá que esperar al verano que
viene para saber más, pero ya son unos cuantos los expertos que apuntan a una
nueva estrategia de suscripción en la que un nivel básico del sistema
operativo podría ser gratuito y determinadas funciones sí tendrían un coste
extra. Es algo que ya está haciendo conOffice,
que es gratuito para iPads, por ejemplo, pero con el que pagando una
suscripción anual se accede a funciones avanzadas.
Es un movimiento nuevo para Microsoft, e incluso atípico. Cuando
reinaba de forma indiscutible en la industria, ganaba millones con las
licencias de sus softwares. Millones a los que nunca habría renunciado. Pero
los tiempos cambian y la posición de la compañía también, y ahora la
competencia llega desde muchos frentes distintos. Toca evolucionar y adaptarse.
http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2014-12-10/windows-10-llegara-en-forma-de-suscripcion_582583/
Comentarios
Publicar un comentario