LA SOLUCIÓN ES: ¿POLÍTICAS ANTITABACO MÁS FUERTES PARA REDUCIR EL CONSUMO DE ALCOHOL?
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Aumentar los impuestos a los cigarrillos
también tiene efectos en el consumo de alcochol
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Son dos hábitos complementarios: algunas
personas tienden a fumar sólo cuando beben
Un nuevo estudio publicado en las páginas de la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research (ACER) sostiene que las
políticas para frenar el tabaco pueden también parar el consumo de alcohol. Esto
es, aumentar los precios del tabaco y fortalecer las políticas de espacios
libres de humo no sólo disminuye el número de fumadores sino también puede
hacer disminuir el consumo de bebidas alcohólicas.
Fumar y beber son a menudo comportamientos complementarios. No
hace falta echar muchos años la vista atrás para ver cómo el humo de los
cigarrillos se amontonaba en cafeterías, restaurantes o incluso lugares de
trabajo. El alcohol suponía a su vez, un complemente perfecto, y/o viceversa.
Los
autores del reciente estudio recalcan la complementariedad
de estos hábitos. "En situaciones en las que los fumadores están bebiendo
alcohol, tienden a desencadenar los antojos de un cigarrillo", explica en
el informe su autora principal, Melissa J. Krauss, analista en la Facultad de
Medicina de la Universidad de Washington (EEUU). "Incluso, algunas
personas tienden a fumar sólo cuando beben, pero
no en cualquier otro momento". Por su lado, el científico Kelly
Young-Wolff añade que los fumadores beben con más frecuencia y en mayor medida
que los no fumadores. Además, son más propensos que los no fumadores a adquirir
la dependencia de otros hábitos". Algo con lo que están de acuerdo los
expertos consultados por este periódico.
El
doctor Francisco Rodríguez Lozano, presidente del Comité Nacional para la
Prevención del Tabaquismo (CNPT) asegura a EL MUNDO que "el
individuo que fuma tiende a crear más hábitos de dependencia".
Tradicionalmente estas conductas van ligadas, agrega por su parte Carlos
Jiménez, director del Programa de Investigación en Tabaquismo de la Sociedad
Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Puede ocurrir en todas las
sociedades, aumentar el número de cigarrillos aumenta también la ingesta de
alcohol.
Pero, ¿hasta qué punto subir los precios y fortalecer las
políticas de espacios sin humo puede tener consecuencias en el consumo de
alcohol?
Precios
y políticas antitabaco
Los
investigadores del reciente estudio analizaron el consumo de alcohol per
cápita en EEUU
entre los años 1980-2009 en función del precio de los cigarrillos y las
políticas antitabaco. Los hallazgos muestran que, efectivamente, "el
aumentos de precio y las restricciones de fumar en lugares cerrados estatales
conducen a la disminución del consumo de alcohol per
cápita", mantiene Krauss.
Los
resultados sugieren que un
aumento de 20% en el precio de los cigarrillos daría lugar a una disminución de
un 2% en el consumo de cerveza. Según el documento, la
adopción de una prohibición total de fumar en todo el estado en bares,
restaurantes y lugares de trabajo, en comparación con ninguna restricción,
reduciría el consumo de cerveza per cápita en un 4% y el consumo de bebidas alcohólicas
en un 11%. Pero hay otro dato curioso. Los resultados presentan una disminución
de cervezas y licores, pero no ocurre lo mismo con el vino. La investigadora
señala que las personas que prefieren la
cerveza o los demás licores son más propensas a fumar que aquellas que eligen
vino. Y que incluso, los bebedores de vino tienen otros hábitos de
vida más saludables. Pero este último hecho no es extrapolable en España.
Según el doctor Rodríguez Lozano, socialmente, el consumo de
vino en EEUU es muy elitista. En zonas del medio oeste ni siquiera se consume.
En España no ocurre esto. El consumo de vino está mucho más extendido y no
tiene connotaciones sociales elitistas. Por tanto, este resultado no sería
equiparable en España. Por el contrario, sí es lógico, mantiene el experto, que
las políticas restrictivas contra el humo puedan disminuir el consumo de
alcohol.
Efecto
positivo de las leyes
Actualmente,
mueren en España por culpa del tabaco 53.000 personas al año. Pero es cierto,
que en los últimos años gracias a la ley antitabaco ha habido ha
habido un notable aumento en la sensibilización social.
Los
datos lo avalan: si en 1997,el 34,5% de la población entre 51 y 64 años fumaba
todos los días, en el año 2011 la cifra se reducía cuatro puntos (30,4%). También
han reducido en un
40% las cardiopatías isquémicas, en un 18% los infartos de miocardio y en un
20% los casos de asma. Las campañas son importantísimas. Hoy, "el tabaco
es la principal causa de muerte evitable", asegura Jiménez. Por lo que, se
necesitan campañas de concienciación y sensibilización.
En EEUU, como respuesta a los precios en las cajetillas de
tabaco, expone la doctora Krauss en el estudio, a finales de los 90 y principios
de 2000, las tasas de fumadores jóvenes disminuyeron. "Los precios más
altos de cigarrillos también aumentan la probabilidad de abandono del hábito
entre los fumadores adultos: cada aumento del 10% en el precio de los
cigarrillos provoca una reducción del 2% en el número de personas que
fuman", explica. Tal es así que, por ejemplo, en Missouri -que tiene el
impuesto de consumo de cigarrillos más bajos y las políticas antitabaco más
débiles de todo el estado- existe un 50% más de fumadores que en Nueva York,
donde los impuestos del tabaco son más altos y las políticas más estrictas.
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