NOV 27
Los coreanos suelen ser personas
con un alto sentido de la responsabilidad individual y colectiva en general, y
de la puntualidad en particular. Esta condición contrasta habitualmente con la
actitud de ciertas nacionalidades (españoles, por ejemplo, en no pocas
ocasiones) que no muestran tanta rigidez, por decirlo de algún modo, con los
horarios de las citas sociales o de negocios.
En España estamos acostumbrados a que muchas personas se
retrasen y, lo que es peor, en lugar de disculparse, se justifiquen con excusas
diversas, en muchas ocasiones relacionadas con lo intenso del tráfico de
vehículos en las grandes ciudades (que, por otra parte, no resulta relevante si
lo comparamos con los problemas de circulación en otros países). En cualquier caso,
ninguna excusa será válida para los coreanos, quienes están acostumbrados a
organizar su agenda con esmero y acudir a las citas con suficiente u holgada
antelación.
Los que escriben estas líneas podrían contar numerosas anécdotas
al respecto. Recientemente organizamos una reunión entre una personalidad
surcoreana de gran reputación en su ámbito y un empresario de Barcelona.
Nuestro amigo español llegó a la cita con media hora de retraso y se disculpó
(al menos) pero justificando su demora por, como no, el tráfico rodado. El
señor surcoreano le recibió amablemente y la conversación resultó fluida.
Y el empresario marchó con una buena impresión de la cita, pues
nuestro amigo oriental no dejó de escucharle, sonreír y hablar también de lo
suyo. Nada más lejos de la realidad. Al término de la reunión el señor
surcoreano fue tajante y nos indicó que no quería saber nada de aquel señor,
resultase interesante o no su negocio, pues tal retraso constituía una falta de
respeto y demostraba que si en la primera cita ya se mostraba informal, cómo
podría fiarse de la seriedad de una relación de negocios que requiriese un gran
compromiso. Rápidamente tuvimos que proponerle a otra persona y nuestro amigo
español perdió tal oportunidad por tan estúpido motivo.
Sin embargo, como todo en la vida, este ámbito también requiere
de matices. El propio Grupo Santander, uno de los bancos más potentes e
internacionalizados del mundo, reconoce en su apartado web “Establecerse en el
extranjero” que “Los grandes empresarios de Corea podrán llegar unos minutos
tarde a una reunión. Esto refleja su ocupado planning y la presión a la que
están sometidos, por tanto no hay que tomarlo mal. “
http://blogs.globalasia.com/corea-del-sur/el-valor-de-la-puntualidad-en-los-coreanos/
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