La historia que les traigo en
esta ocasión es El billete de cincuenta dólares.
Aquí aprenderemos que en nuestros momentos de mayor ofuscación, de derrota,
donde cualquier esperanza ya parece perdida, siempre existe otra manera de
afrontar las circunstancias.
Alguien como ese gran escritor
que es Marcel Proust dijo: “Para conocer nuevos paisajes no es
necesario viajar por el mundo, lo importante es cambiar la mirada”. De
igual forma, nosotros podemos decir que en los momentos de mayor tristeza uno
no debe olvidar lo maravilloso que puede encerrar la vida.
Que en este momento te esté
yendo mal no significa que toda la vida no tiene valor. La vida, como cualquier
relación amorosa, suele transitar por altos y bajos. Todo se reduce a tu forma
de actuar, al cómo. ¿Cómo miras tú el mundo?
Alfredo, con el rostro abatido
de pesar se reúne con su amiga Marisa en un bar a tomar un café.
Deprimido descargó en ella sus
angustias…que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su
vocación…todo parecía estar mal en su vida.
Marisa introdujo la mano en su
cartera, sacó un billete de 50 dólares y le dijo:
– Alfredo, quieres este billete
?
Alfredo, un poco confundido al
principio, inmediatamente le dijo:
– Claro Marisa…son 50 dólares,
quién no los querría ?
Entonces Marisa tomó el billete
en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo un pequeño bollo. Mostrando la
estrujada pelotita verde a Alfredo volvió a preguntarle:
– Y ahora igual lo quieres ?
– Marisa, no sé qué pretendes
con esto, pero siguen siendo 50 dólares, claro que los tomaré si me lo
entregas.
Entonces Marisa desdobló el
arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo,
levantándolo luego sucio y marcado.
– Lo sigues queriendo ?
– Mira Marisa, sigo sin
entender que pretendes, pero ese es un billete de 50 dólares y mientras no lo
rompas conserva todo su valor…
– Entonces Alfredo, debes saber
que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o
pisotee sigue siendo tan valioso como siempre lo hayas sido…lo que debes
preguntarte es cuanto vales en realidad y no lo golpeado que puedas estar
en un momento determinado.
Alfredo quedó mirando a Marisa
sin atinar con palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba
profundamente en su cerebro.
Reflexión
En El
billete de cincuenta dólares es una historia que nos
interpela sobre cómo queremos ver la vida. Porque en muchos casos un objeto no
es apreciado de la misma forma por distintas personas. Por ejemplo, un
carpintero ve en un martillo una herramienta de trabajo; un asesino, un arma.
Esto también sucede con la
vida: depende de ti cómo quieras verla. Nada de lo que nos rodea tiene un valor
en sí, nosotros le damos ese valor. Nosotros elegimos qué adorar, nosotros
elegimos qué pensar, nosotros elegimos cómo actuar. Ama
el dinero y los objetos, y nunca tendrás suficiente.
Adora tu cuerpo, tu
belleza y tu atractivo sexual, y siempre te sentirás feo. Adora el poder, y
siempre sentirás debilidad y miedo. Tú eliges qué adorar.
Foto: deperu.com
http://pymex.pe/suplementos/la-fabula-de-la-semana/el-billete-de-cincuenta-dolares-2
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