Disminuir la contaminación podría reducirse a un acto tan corriente como esperar a la hora de irse a dormir para cargar una minivan.
Hará falta algo más que conducir un vehículo
eléctrico para
salvar el medio ambiente. También tendremos que cargarlo de noche.
Para decirlo sin vueltas, si los conductores del mundo conectan
una flota de VE cada vez más grande después de su horario de trabajo, podrían
atentar contra muchos de los beneficios ambientales que se espera cosechar con
la disminución del número de autos que funcionan con gasolina y diésel.
Disminuir la contaminación podría reducirse a un acto tan
corriente como esperar a la hora de irse a dormir para cargar una minivan.
Un camino lleva a un mundo futuro de cielos más limpios, energía
más barata y sistemas eléctricos más confiables. El otro da lugar a más
generadores de combustibles fósiles, precios de la energía más altos y mayores
exigencias para las redes eléctricas que suministran energía a todos, desde los
hospitales a las escuelas.
“La pregunta clave no es cuánta demanda eléctrica suman los
vehículos a la red sino cuándo la suman”, dijo Daniel Brenden, analista sénior
de energía y renovables de BMI Research en Londres. “Los VE van a ser o un gran
problema o una gran herramienta”.
Las ventas de vehículos eléctricos de pasajeros superaron 1
millón por primera vez en el 2017. Los pronósticos de crecimiento futuro varían
enormemente: Exxon Mobil Corp. prevé que la flota mundial llegará a 100
millones de vehículos en el 2040, mientras que Bloomberg New Energy Finance
calcula que alcanzará 540 millones de unidades para entonces, en tanto más de
la mitad del total de autos vendidos estarán propulsados por electricidad.
Aun en el extremo superior de las estimaciones, la producción
mundial de electricidad tendría que aumentar sólo 5% para satisfacer la demanda
de los nuevos vehículos, dijo Colin McKerracher, analista de Bloomberg New
Energy Finance. La nueva generación quizá ni siquiera necesite nuevas centrales
eléctricas si los operadores de las redes, los reguladores y los conductores se
ponen de acuerdo respecto de los horarios, señaló McKerracher.
Esto se debe a la singular estructura del mercado energético, en
la cual la demanda sube y baja minuto a minuto durante el día conforme las
personas prenden y apagan las luces y los aparatos eléctricos. El consumo suele
alcanzar su pico al atardecer y la mañana, y su punto más bajo a mitad de la
noche.
Si los conductores conectan sus autos cuando llegan a casa después
de trabajar y elevan el pico vespertino, incluso los pequeños aumentos de nueva
generación necesarios probablemente requieran la creación de más capacidad, y
es probable que esta adopte la forma de centrales a combustibles fósiles,
explicó Brenden. Y como los dueños de esas centrales tendrán que pagar deuda
mientras operan sólo durante un breve lapso del día, sus tarifas tendrán que
ser más altas.
“No contribuiríamos a la descarbonización tanto como quisiéramos
y pagaríamos por tener lista esa generación de refuerzo, de modo que
incrementaríamos nuestra factura de luz”, dijo Brenden. https://gestion.pe/tecnologia/cargar-auto-electrico-noche-salvar-mundo-228135
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