Parece una historia de ciencia ficción. Pero
un equipo internacional de investigadores, en el que participó un cirujano
argentino del Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan, pergeñó un robot en
miniatura que, implantado en el cuerpo, sería capaz de regenerar tejidos. El
dispositivo hasta ahora logró alargar el esófago en cerdos, pero, en el futuro,
podría usarse para corregir defectos congénitos de ese y otros órganos en
bebés, niños y adultos.
El estudio fue realizado en Estados Unidos y acaba de ser publicado en la
revista "Science Robotics". Los investigadores de seis países,
liderados por el doctor Pierre Dupont, del Hospital de Niños de Boston y de la
Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, diseñaron dos anillos
biocompatibles de 30 milímetros de diámetro que, programados desde una
computadora, realizan automáticamente fuerzas de tracción sobre el órgano en el
que se implanta. "Ese estímulo mecánico sostenido induce la proliferación
celular", explicó a la Agencia CyTA-Leloir el doctor Ignacio Berra,
integrante del equipo de trasplante cardíaco del Garrahan y reciente ganador
del Premio Innovar por un sistema que aumenta la disponibilidad de órganos para
esa intervención.
Cómo funciona el implante robótico para bebés
La primera prueba se hizo sobre cerdos: en
sólo 15 días, el método logró alargar un 75% una parte del esófago y sin
modificar el diámetro ni producir molestias aparentes en los animales. Berra
confirmó que el efecto se debía a una verdadera regeneración celular y no a una
simple elongación mecánica. En una siguiente etapa, el diminuto implante
robótico podría empezar a ser ensayado en bebés que nacen con atresia de
esófago: una malformación congénita que, en la mayoría de los casos, impide la
adecuada conexión de ese tubo con el estómago.
"Este
nuevo tratamiento evitaría la sedación, la ventilación mecánica y la parálisis
(de hasta cuatro semanas) que actualmente se requieren para los casos más
difíciles", dijo Berra. El procedimiento convencional consiste en anclar
suturas en la espalda para ir "tirando" del esófago. La anomalía
afecta a uno de cada 3000 a 5000 nacimientos, por lo que, cada año, en el país
podrían nacer alrededor de 200 chicos con esa condición.
Asimismo, los autores del estudio planean
aplicar ese robot en otro modelo experimental de una patología severa: el
síndrome del intestino corto, que puede ser causado por enterocolitis
necrotizante en el recién nacido, enfermedad de Crohn en adultos o una
infección grave o cáncer que requiere la extirpación de un gran segmento del
órgano digestivo. Este cuadro es muy devastador porque los pacientes requieren
ser alimentados por vía intravenosa. "Hay que hacer investigaciones
adicionales antes de pasar a los ensayos clínicos", advirtió Berra.
Agencia CyTA-Leloir
https://espanol.yahoo.com/noticias/implante-rob%C3%B3tico-corregir-defectos-cong%C3%A9nitos-150200262.html
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