En marzo
de este año el Centro de Innovación Tecnológica Turístico Artesanal
(CITE)-Sipán de Chiclayo desarrolló una colección exclusiva de accesorios para
decoración del hogar confeccionados con algodón nativo peruano con el objetivo
de ser exhibida en la Semana de la Moda de Milán (Italia). Fue una iniciativa
positiva pero aislada que no es parte de un proceso de industrialización a gran
escala de este insumo nacional. De hecho, ese objetivo pareciera ser una
quimera en las actuales condiciones del mercado.
Juan
Pacheco Enciso, director tesorero de la Asociación de Exportadores (ADEX)
explicó al respecto que para promover el algodón nativo éste tendría que
producirse a gran escala pero encuentra un primer gran obstáculo por su
constitución.
“La
fibra de algodón nativo no es suficientemente larga para los procesos de
transformación industrial. Habría que hacer un estudio para que pueda alargase
y permita un torcelado en las máquinas que viabilice su producción a gran
escala”, refirió.
Agregó
que otro gran problema (y quizá sea el factor fundamental que impide su
industrialización) es que la industria de confecciones demanda fibras de color
blanco pues son las que le permiten agregar libremente los colores de temporada
o en tendencia.
“En el
mundo, así como hay ovejas blancas, vemos que a las ovejas negras las
descartan. Sucede también con las alpacas, con las que se hace el esfuerzo para
que sean mayoritariamente blancas en desmedro de las de otras tonalidades. En
el mundo de las fibras vegetales como el algodón es igual, porque las
industrias de la confección necesitan fibra en blanco para colocar el color de
temporada o de moda. Si no tengo forma de trabajar con el color que
necesito ese insumo no me es útil”, dijo.
En ese
escenario se preguntó cuán rentable podría ser para un industrial desarrollar
miles de hectáreas de terreno de algodón verde, rojo, amarillo ocre, pardo o
beige, si lo que el mercado demanda es el blanco.
Patente
y escala productiva
Además,
desde el punto de vista de viabilidad y legal, el especialista recordó que
cuando una persona desea registrar la propiedad intelectual de un producto
–como el algodón nativo-, los abogados preguntan cuál es el ‘estado de la
técnica’, un concepto que abarca a todas las investigaciones relacionadas al producto
que se desea patentar, así como sus procesos, fabricación y
posibilidades.
En ese
sentido, resaltó que para que un producto resulte rentable para toda la cadena
productiva tiene que llegar como mínimo al millón de unidades fabricadas.
“Un
producto patentado cuyo proceso de producción es artesanal y, por ello mismo,
no llega a las 10.000 unidades, es un producto inviable de patente porque
obtenerla resultaría demasiado caro. ¿Cuánto se puede ganar de royalty por la
patente de un producto que solo llega a las 1.000 unidades? Nada, la industria
no se mueve y los bancos no financian”, definió.
Por
ello, al hablar del algodón nativo, el vocero de ADEX pide tener en cuenta no
solo al agricultor, que es importante, sino también a la industria, porque quien
compra el insumo es la industria y ésta se basa en la demanda de los
consumidores. “Yo no le puedo decir al cliente que compre lo que yo quiero
venderle, el cliente compra lo que quiere y yo debo fabricar lo que
necesita”.
Finalmente,
Pacheco recomendó que para promover realmente el algodón nativo hay que hacer
primero un análisis sobre su ingreso a la industria, si va a ser adquirido y
procesado. “Muchas veces hemos visto proyectos desde el Estado que no caminan,
porque nunca se dieron el tiempo de ver si el mercado iba a comprar”,
concluyó.
http://agraria.pe/noticia.php?url=por-que-el-algodon-nativo-peruano-tiene-tan&id=12441
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