El 23 de junio, los
británicos votarán en un referéndum histórico para decidir si quieren que el
Reino Unido permanezca en la Unión Europea. Es difícil evaluar cuál podría ser
el impacto de esto, señalan los profesores de Wharton, ya que ningún país ha
dejado el bloque económico y político que consta de 28 miembros.
“Nadie sabe cuál será el
impacto económico”, y la mayoría de los análisis “son sólo especulaciones por
ahora”, dice João Gomes, profesor de Finanzas de
Wharton. “No hay estudios concluyentes. No hay datos contrastados”. Por otra
parte, las consecuencias políticas son lo que debería tener un mayor impacto
sobre el futuro de la UE, al menos a corto y medio plazo. Esto se debe a que si
un país abandona el grupo, otros podrían hacer lo mismo.
El referéndum del Reino
Unido (RU) determinará, en concreto, si el RU va a salir de la Unión Europea,
lo que se denomina popularmente Brexit. La idea de una posible salida de la UE
surgió de una promesa de campaña del primer ministro David Cameron, que prometió
un referéndum si el Partido Conservador (Tories) conquistaba el 10 de Downing
Street. La votación tendrá lugar a finales de 2017, prometió Cameron en aquel
momento, en parte para ganarse a los “euroescépticos” de su partido y la
población británica en general.
Olivier Chatain, profesor de Estrategia y
Política Empresarial de HEC Business School, en París, e investigador principal
del Instituto Mack de Gestión de la Innovación de Wharton [Mack
Institute for Innovation Management], añade: “Las personas que
defienden el referéndum son las mismas que, desde el principio, no querían
unirse a la UE”. Ellas presentaron diferentes argumentos en contra del ingreso
en diferentes momentos. Sin embargo, “la cuestión es que no quieren formar
parte de la UE”. En su opinión, sin embargo, es mejor que el Reino Unido ejerza
influencia desde dentro de la UE, y no desde fuera.
La mecánica de la consulta
Recientemente, Cameron ha
estado en Bruselas para negociar concesiones favorables para el RU con los
líderes europeos con el fin de convencer a los británicos de permanecer en la
UE. Si el pueblo vota a favor de la salida de la organización, el Reino Unido tendrá
dos años para renegociar todos sus tratados y acuerdos comerciales, entre otras
cosas. No será sencillo. Como dice Gomes, un Brexit requeriría la aprobación de
los 27 países de la UE, pero sus respectivos congresos podrían no ratificarlo.
Nadie sabe qué va a pasar
en el plano político, ya que nunca antes había sucedido algo así, dice Chatain.
“La gente quiere que el Reino Unido permanezca en la UE, ya que no quieren
hacer frente a las incertidumbres”.
Con la crisis de
inmigrantes en curso, y que fue responsable de la movilización de más de un
millón de personas el año pasado a una escala nunca vista desde la Segunda
Guerra Mundial, la población británica se llenó de inquietud ante la
perspectiva de verse obligada a cumplir con las cuotas europeas y recibir un
mayor número de refugiados de los deseados. Gomes añade que “los próximos meses
van a ser más difíciles a medida que aumenta la presión sobre la inmigración.
Tendencias muy básicas funcionarán en contra del voto a favor de permanecer en
la UE. No hay duda de que añadirán más miedo […] La inmigración no va a ayudar,
ya que debería aumentar con la llegada de la primavera”.
Franklin Allen, profesor de Finanzas
Wharton y director del Brevan Howard Center en el Imperial College de Londres,
explica que, en cualquier caso, el número de refugiados con permiso para cruzar
las fronteras británicas “es bajo y no cumple con las cuotas que se especifican
en la UE” . Añadió que si el Brexit se materializa, “el cambio haría más
difícil la entrada de personas con poca formación profesional en el RU. Para
aquellos que tengan una formación profesional, el cambio no sería muy grande”.
En general, según Chatain,
“es simplemente una cuestión política entre Cameron y su partido”. El añadió
que el aumento de elementos de extrema derecha está ocurriendo en varios
países, especialmente con Donald Trump en EE.UU. y Marine Le Pen en Francia.
“¿De qué modo el distanciamiento respecto a las organizaciones internacionales,
como la UE, puede contribuir a la solución de los problemas existentes es ajeno
a la cuestión. Esto es algo inherentemente político. No es un raciocinio
económico”.
Además, la recesión en la
zona euro también ha llevado a algunos británicos a imaginar que también se
verán arrastrados por una economía europea inerte, mientras que la economía
británica se está recuperando a un ritmo razonable desde la recesión de
2008-2009.
Señales proféticas
El
valor de la libra está cayendo ante la proximidad de la fecha de la consulta.
Según The Daily
Telegraph, Goldman Sachs cree que la libra debería perder 1/5 de su
valor, alcanzando los precios mínimos de US $ 1,15 a US $ 1,20 durante el
referéndum en el verano. Allan dijo que la libra se recuperará con bastante rapidez
si los británicos votan a favor de la permanencia del RU en la UE. Sin embargo,
“si el resultado es favorable a la salida del bloque, habrá muchas
incertidumbres. El valor de la libra probablemente caerá. En 20 años, sin
embargo, esto no hará mucha diferencia”.
Mauro Guillén, profesor de
Gestión de Wharton, dice que la campaña de apoyo al Brexit menosprecia el hecho
de que el “RU está estrechamente integrado con la UE en el comercio y la
inversión. Los que están a favor del Brexit no lo entienden, o no entienden
completamente el alcance de esta relación”.
Uno de los aspectos más
vitales de la economía británica es su sector de servicios financieros.
Conocida como la City, Londres es un centro internacional de banca, servicios
de inversión, mercados de capitales, etc. Si se queda en la Unión Europea, el
RU preservará el acceso al mercado único. “El RU está muy integrado en los
servicios financieros de la UE. Los británicos tienen acceso a los euros, por
lo que el Reino Unido está en una óptima situación, sin formar parte del
sistema de la moneda común”, dice Gomes.
Desde el punto de vista
macroeconómico, el RU tiene un enorme déficit de cuenta corriente, que es la
diferencia entre el dinero que entra y sale del país. El capital podría
abandonar el RU si el Brexit se materializa, lo que inflaría aún más el déficit
de cuenta corriente. El Banco de Inglaterra advierte de que el Brexit podría
poner en peligro la estabilidad económica del país.
Allen señala que la campaña
a favor del Brexit sostiene que el RU va a seguir teniendo acceso al mercado
único si opta por la salida. “Esto a largo plazo es cierto, en el mediano y
corto plazo, sin embargo, no está claro que esto ocurra en realidad”. Guillén
también explica que a la industria de servicios financieros británica no le
gusta la idea de una mayor integración financiera con el resto de la UE y lo
que podría significar en cuanto a salarios, bonos y regulaciones más estrictas
para los bancos. Sin embargo, se han estado resistiendo a algunas de las
regulaciones que facilitan esto.
Chatain señala que una de
las exigencias que el RU ha hecho en las últimas negociaciones prevé que los
británicos sigan votando en los asuntos relacionados con el euro, incluso si el
RU ya no es un miembro de la eurozona. “Sí, hay muchas empresas financieras en
Londres, pero todavía están a la espera de obtener buenos resultados en los
países de la zona euro. Por una parte, el RU está diciendo que la situación en
la UE es terrible y está condenado al fracaso, por el contrario, sin embargo, los
británicos quieren ayudar a tomar decisiones y sacar provecho de ello. Con
esto, el RU no está haciendo amigos”.
¿Matar a la gallina de los huevos de oro?
¿Las compañías financieras
dejarían el RU si hubiera un Brexit? Según Allen, “es difícil decir cuál sería
el alcance de la salida. Depende del tipo de negociaciones para las
perspectivas de mediano y corto plazo. A la larga, el RU tiene numerosas
ventajas con respecto a la lengua y la cultura. Otros países tendrían
dificultades para competir con él en el largo plazo. Por ejemplo, las compañías
de servicios financieros de EE.UU. y China que invierten en el RU se quedarían
allí por el simple hecho de que las personas hablan inglés. El número de chinos
que hablan alemán es muy pequeño. No creo que los europeos vayan a cambiar
mucho de lo que hacen en el RU”.
Algunos
acuerdos comerciales entre el RU y todos los países con los que desarrolla su
actividad, sin embargo, tendrían que ser renegociados si hubiera un Brexit. Los
acuerdos comerciales actuales en el RU forman parte de los acuerdos negociados
en conjunto con la UE. En octubre, Michael B. Froman, representante comercial
de Estados Unidos, dijo que no habría ningún acuerdo de libre comercio entre
los británicos y EE.UU. si el Reino Unido saliera de la UE, y que los
estadounidenses no querrían negociar ningún acuerdo, informó el New York Times.
Sin embargo, alrededor del
50% de las exportaciones del RU van a Europa, y la UE tiene un superávit
comercial con el RU, por lo que los nuevos acuerdos entre el RU y la UE sin
duda tendrán que ser negociados. “El efecto de eso sería perturbador. Se pone
todo en peligro sin saber si será posible volver al estado actual”, dice
Guillén.
El
RU volverá a poner su atención en países como Noruega y Suiza, fuera de la UE,
en busca de normas comerciales que tengan sentido para los países que estén
fuera de la UE. Sin embargo, no se sabe qué tipo de actitud tendrán las partes
negociadoras, dice Chatain. Los dos países mencionados apoyan la idea de la
libre circulación de personas. También contribuyen al presupuesto de la UE, ya
que Noruega paga dos veces más per cápita que el RU, según la información de Euronews.
Qué tipo de acuerdo
cerraría el RU después de salir de la UE es algo que va a depender de quién
está llevando a cabo las negociaciones, dice Allen. Guillén añade que tanto
Noruega como Suecia tienen una evolución histórica de sus economías diferente
de lo que ha ocurrido en el RU. Suiza siempre ha sido un país neutral, mientras
que Noruega no tiene un sector de servicios financieros globales.
Internamente, el Brexit
supondría otra serie de problemas. Escocia, que es más favorable al euro, haría
otro referéndum para decidir si permanece dentro o fuera del RU, dice Allen. El
Partido Nacional Escocés, actualmente en el Gobierno, se ha manifestado
favorablemente con respecto a la campaña para la permanencia de Escocia en la
UE, ya que no quiere que parezca que está apoyando el Partido Conservador
(Tories), que no es bien visto por los escoceses, y le gustaría que hubiera otra
referéndum sobre su salida del RU, explica Allen. “Escocia probablemente
dejaría el RU. Si la consulta se realizara de nuevo hoy, el voto sería
probablemente a favor de la desvinculación con el RU”.
Irlanda
del Norte es otro país que posiblemente haría un referéndum para abandonar el
RU en caso de que decida abandonar la UE. Según el Daily Telegraph,
alrededor del 58% de la población de Irlanda del Norte quiere seguir en la UE,
superando la media del RU. Irlanda del Norte también limita con la República de
Irlanda, otro país miembro de la UE, por tanto no hay necesidad de controles
fronterizos entre ellos. Algunos expertos creen que el Brexit podría
desestabilizar la paz actual entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte,
recientemente adquirida en 1998. Según Guillén, el Brexit podría “complicar de
forma significativa su relación”.
En cuanto al resto del
mundo, la influencia del RU en el mundo es “marginal”, dice Gomes. Como miembro
de la UE, el RU tiene más influencia y tiene derecho a voto en los asuntos
comerciales. Allen menciona, por ejemplo, la situación con respecto a Irán. “No
creo que a Irán le importara que el RU decidiera aplicar sanciones por su
cuenta, pero el caso sería completamente diferente si la UE decide hacerlo”.
Guillén añade que aunque los británicos tienen su propia estrategia con
respecto a los asuntos internacionales, “tienen más que perder si se van”, ya
que su influencia política no es muy grande.
¿Cuál es el mayor riesgo?
Fuera del Reino Unido, la
repercusión de un Brexit puede afectar a otros países de la UE de maneras que
planteen un riesgo más grande para todos. Así como la amenaza de una salida
griega aumentó los temores de que otros países pudieran seguir su ejemplo, lo
mismo se aplica a la posible salida del RU de la UE, lo que llama la atención
sobre el inmenso potencial de los acontecimientos políticos. Países de Europa
del Este descontentos, por ejemplo, pueden hacer lo mismo y llevar a cabo sus
propios referéndums. Gomes señala que la elección presidencial en Francia, en
2017, puede hacer que Marina Le Pen se valga de las cuestiones planteadas en el
referéndum sobre la UE para cerrar así las fronteras y expulsar a los
inmigrantes.
Por lo tanto, con la
excepción de las preocupaciones económicas, los líderes europeos no facilitarán
el camino para un Brexit en un esfuerzo por desalentar a que otros hagan lo
mismo.
Chatain también dice que
puede haber otros referéndums o salidas de la UE: si otros miembros de la UE se
enfrentan a una crisis de peso, debido a la crisis de los inmigrantes, por
ejemplo, “y girasen a la extrema derecha, sí, podría haber otros referéndums o
salidas. No hubiera imaginado hace tres años que escribiría esto”.
Por otra parte, la salida
del RU de la UE es un tema que no terminará el 23 de junio. “Un factor
impredecible será el nuevo primer ministro, incluso si el resultado del
referéndum es contrario a la salida de la UE”, dice Gomes. Cameron ha dicho que
no se presentará a la reelección en 2020, y el nuevo líder del partido
conservador puede ser más favorable al Brexit que él.
“Económicamente, no va a
ser una catástrofe. Será algo posible de controlar”, dice Chatain. “Las
repercusiones políticas serán peores. Será peor políticamente para todos, al
tiempo que debilita al RU y la UE. Habrá una gran cantidad de incertidumbre
económica, pero no será ningún desastre”.
Gomes añadió: “No tiene
sentido hacer grandes cambios para salir de esta relación, incluso si el RU
abandona la UE, la situación será muy similar a la actual, con la excepción,
quizás, del control de fronteras y, posiblemente, de algún aspecto de los
programas sociales, tales como los beneficios. Aparte de eso, en relación con
el libre comercio, libre movimiento de capitales y el impacto en la City, el
golpe será lento […] Prácticamente nada cambiará en el aspecto empresarial”.
http://www.knowledgeatwharton.com.es/article/estrategia-crucial-de-salida-por-que-el-brexit-puede-hundir-la-ue/?utm_source=kw_newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=2016-04-06
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