Las compras y adquisiciones en
el sector de las energías renovables prácticamente se duplicaron en América
Latina durante el año pasado. Ninguna otra región en el mundo experimentó un
ritmo de crecimiento semejante, según datos recogidos por la empresa de contabilidad
y consultoría PricewaterhouseCoopers en su informe Power & Renewables Deals
2016 outlook and 2015 review, publicado a finales del mes de
febrero. En concreto, el estudio señala que los acuerdos alcanzados en
Latinoamérica en este sector durante el ejercicio pasado ascendieron a 7.600
millones de dólares estadounidenses, lo que supone un aumento de 2.700 millones
en comparación con 2014. La cifra total de fusiones y adquisiciones subió un
56%, hasta los 12.400 millones de dólares, sólo por detrás del dinero que se
movió en la región de Asia y Pacífico.
El crecimiento
experimentado en América Latina es un reflejo del aumento de la demanda de la
energía, especialmente de la proveniente de fuentes limpias, ya que los países
tratan de reducir sus emisiones de dióxido de carbono a la vez que generan
energía suficiente para cubrir el crecimiento de sus economías, según explica
PWC. Esta consultora asegura que el interés por la región aumenta con fuerza y
las multinacionales están tomando posiciones, ya que existe en estos países una
perspectiva de falta de suministro de energía en el largo plazo, al mismo
tiempo que muchos gobiernos ofrecen modelos de bajo riesgo de los contratos de
energía para los inversores.
Las
mayores transacciones en el sector de las energías renovables llevadas a cabo
el año pasado en América Latina fueron la concesión a China Three Gorges
Corporation de la gestión de las plantas hidroeléctricas de Ilha Solteira y
Jupiá, en Brasil, por 3.700 millones de dólares, y la adquisición por parte de
Sempra Energy de la parte que no controlaba de la joint ventureGasoductos
de Chihuahua, en México, por 1.500 millones de dólares.
Oportunidades para la inversión privada
Los expertos coinciden en
señalar que América Latina es una región que ofrece muchas posibilidades de
negocio para las empresas especializadas en energías limpias. “La región posee
grandes recursos naturales y, por lo tanto, desde el punto de vista de
viabilidad, existen zonas muy interesantes para la explotación de recursos
naturales con el ánimo de generar energía renovable”, opina Alberto Conde
Mellado, profesor asociado de TECNUN-Escuela Superior de Ingenieros de San
Sebastián, perteneciente la Universidad de Navarra, y CEO de la empresa NEM
Solutions, especializada en energía eólica. Por su parte, Daniel Hugo Bouille,
investigador y presidente ejecutivo de la Fundación Bariloche (institución
privada y sin fines de lucro, dedicada a la investigación, enseñanza y difusión
en diferentes ramas científicas, entre ellas el medio ambiente y la energía)
destaca que están surgiendo muchas oportunidades para el capital privado ya que
varios países están planteando la modificación de la estructura de la matriz
energética dando un mayor papel a las renovables.
The
International Renewable Energy Agency (IRENA), una organización
intergubernamental que alienta la adopción generalizada y el uso sostenible de
todas las formas de energía renovable, asegura en su último informe sobre
políticas energéticas desarrolladas en América Latina que las energías
renovables están experimentando un rápido crecimiento en la región. “Los altos
precios de la electricidad en la mayor parte de la región, la creciente
demanda, los problemas de seguridad energética y, en algunos casos, el
potencial para la exportación, proporcionan un terreno fértil para el
despliegue de tecnologías de energía renovable, hecho que se ve potenciado aún
más por los recientes descensos en algunos costes tecnológicos y el aumento de
la competitividad. Asimismo, la región cuenta con un largo historial de
desarrollo de la energía hidroeléctrica. Todo esto se ha traducido en numerosas
políticas y leyes destinadas a fomentar las energías renovables”, explica.
Este organismo
internacional afirma que casi todos los países latinoamericanos han establecido
objetivos en materia de energía renovable y la mayoría han promulgado leyes en
este ámbito. El IREMA destaca que en el sector eléctrico los mecanismos
políticos más habituales para la promoción de las energías renovables son las
subastas y los incentivos fiscales. “En América Latina se han identificado
diseños de políticas innovadoras, en particular los que combinan las subastas
con otros mecanismos de regulación”.
Silvia Palma-Rojas,
investigadora de la Universidad de Brasilia y consultora internacional en
diversos proyectos del sector público, privado y organismos internacionales,
comenta que la región ofrece grandes oportunidades de negocio por tres motivos:
la disponibilidad de recursos naturales, la firma por parte de los países del
área de los compromisos internacionales de reducción de emisiones
contaminantes, y la alta dependencia de fuentes de energía fósiles importadas.
“Como se sabe, la región de
América Latina y el Caribe posee abundancia de recursos naturales y condiciones
positivas para la generación de energías renovables, como sol y cielos
despejados durante casi todo el año, zonas con buenos recursos de viento,
recursos híbridos y geotérmicos, y suelos fértiles para la agricultura”, apunta
Palma-Rojas. Al mismo tiempo, destaca que en los últimos meses, 31 países de
América Latina y el Caribe se comprometieron oficialmente a colaborar con la
comunidad internacional para reducir las emisiones y luchar contra el cambio
climático para el período posterior a 2020. En todas las 31 propuestas de
contribución presentadas por los países de la región se incluyeron el uso de
recursos renovables como acción o meta para reducir sus emisiones nacionales.
“Ese paso abre las puertas para la investigación y desarrollo de proyecto en
energías renovables, y consecuentemente, abre oportunidades para las empresas
especializadas en el sector”, asegura. En su opinión, los Gobiernos se
encuentran ante “una oportunidad para introducir nuevas alternativas en el mix
energético y ofrecer fuentes energéticas domésticas, seguras, amigables con el
medio ambiente y la salud humana, y accesibles al consumidor”.
¿Dónde se encuentran los mercados más atractivos?
El último informe
Climascopio, correspondiente al año 2015, señala que del total de los 352GW
instalados en América Latina y el Caribe, el 11% corresponden a energías
limpias, como biomasa, eólica, solar y geotérmica. Si se incluyen las grandes
centrales hidroeléctricas en la ecuación, más de la mitad (56%) de la matriz
del área corresponde a fuentes de generación de energía eléctrica libre de
emisiones de C02. Climascopio es una iniciativa para evaluar las inversiones de
55 países de América Latina, África y Asia, relacionadas con el cambio
climático y su capacidad para atraer capital para fuentes de energía ecológicas
y de reducidas emisiones de dióxido de carbono. Un proyecto con el que
colaboran el Fondo Multilateral de Inversiones del Grupo del Banco
Interamericano de Desarrollo, Bloomberg New Energy Finance, el Departamento
para el Desarrollo Internacional del Reino Unido y la Agencia de los Estados
Unidos para el Desarrollo Internacional.
Según dicho estudio, a
finales de 2011, América Latina contaba con una capacidad instalada de energía
limpia de 23GW (sin incluir las grandes centrales hidroeléctricas), proveniente
de pequeños proyectos hidroeléctricos y de biomasa. Al cierre del año 2014, esa
cifra se había casi duplicado a 39GW, incluyendo una mayor proporción de
fuentes como la eólica y la solar. Los países que presentan los principales
focos de crecimiento de las renovables son Brasil, Chile y, cada vez más,
México.
Brasil ha sido líder
regional en el desarrollo de energías limpias en los últimos años y, a pesar de
estar inmerso en un ambiente de fuertes desafíos económicos y políticos, el
sector siguió creciendo durante 2015 gracias en gran parte a la ventaja
competitiva que otorgaba a las empresas extranjeras la fuerte devaluación que
sufrió la moneda local. Chile se ha convertido en un líder en energía solar. Y
México, por su parte, con las recientes reformas en su mercado energético con
las que se ha abierto el sector eléctrico a la inversión privada, se ha
convertido en un importante punto de interés global. Por ejemplo, la compañía
española Iberdrola ha señalado al mercado mexicano como uno de sus principales
objetivos internacionales para impulsar su crecimiento en los próximos años.
Conde Mellado asegura que
“a lo largo de Latinoamérica hay muchos lugares con grandes opciones para la
energía eólica, desde Centroamérica hasta Chile y Argentina”. Y añade que “el
hecho de contar con grandes recursos eólicos, con muchas horas equivalentes,
hace que la inversión pueda tener un retorno más elevado y rápido, lo que está
generando interés entre los operadores e inversores”. Palma-Rojas cree que las
oportunidades que presenta la región para los inversores internacionales son
bastantes variadas. Respecto a la energía solar, destaca “las favorables
condiciones de irradiación durante el año y los cielos despejados”; en cuanto a
los combustibles renovables y biocombustibles, subraya su potencial por “la
importancia en América Latina del sector agrícola y forestal con gran
generación de residuos”; y en lo concerniente al biogás y biometano, cree que
ofrece grandes perspectivas “debido al peso del sector agropecuario y su necesidad
de manejar sus rellenos sanitarios o vertederos”.
Los problemas y las dificultades
A pesar del gran desarrollo
experimentado por el sector de las energías limpias en la región, los expertos
todavía señalan la necesidad de mejorar algunos aspectos para mantener el
crecimiento y atraer más inversión privada, tanto nacional como internacional.
Bouille opina que los principales obstáculos que pueden encontrarse en la
región los inversores son “la falta de marcos legales y regulatorios adecuados,
los bajos precios de las fuentes de energías fósiles, y la dificultad de
integración a los sistemas eléctricos de una fuente intermitente”. El
presidente ejecutivo de la Fundación Bariloche hace referencia a la cotización
del petróleo y el gas natural porque los precios mayoristas de la electricidad
tienen una fuerte correlación con los de los combustibles fósiles, puesto que
las plantas de producción energética que utilizan este tipo de fuentes son por
lo general las más caras. Según Climascopio, la caída de la cotización del
barril de crudo podría impactar a los proyectos comerciales de energía limpia,
ya que éstos se basan en los altos precios de los mercados mayoristas de
electricidad para lograr el retorno de las inversiones.
Palma-Rojas también
coincide en señalar como algunos de los principales problemas para las empresas
que quieran entrar en Latinoamérica “la falta de un marco político y legal
sólido para la introducción y uso de energías renovables, y la ausencia de
sistemas eléctricos flexible, confiables, seguros y accesibles para la
introducción de fuentes variables, como la solar y eólica”. Al mismo tiempo,
advierte de otra serie de inconvenientes: “falta de infraestructura e
incentivos económicos; restricciones en el sistema de transmisión y distribución;
falta de planeamiento común en muchos de los países de la región; y no preparar
al mercado para la competencia leal entre fuentes energéticas tanto en el
sector de energía eléctrico como de transporte”.
Según Conde Mellado, la
financiación siempre puede ser un obstáculo para los inversores, si bien,
considera que no es un problema atribuible únicamente a la región en la que se
ejecuta la inversión. “La mano de obra cualificada para la operación y
mantenimiento de los activos renovables también es un aspecto clave, aunque
Latinoamérica siempre se ha considerado un gran actor en el ámbito de la
manutención”, apunta. “En el ámbito eólico, por ejemplo, la colateralidad de
otras industrias puede ser clave, y a medida que se desarrollen más
inversiones, será más fácil también contar con grúas idóneas por ejemplo para
el montaje y mantenimiento de aerogeneradores, piezas de parque y logística de
grandes piezas, economías de escala para los operadores…”.
Futuro
El informe de PWC prevé que
la velocidad de crecimiento que mantiene el sector en América Latina continuará
durante 2016, especialmente impulsado por Brasil, México y Chile. Los expertos
respaldan esta visión de cara a los próximos años, aunque con diferentes
matices.
Para Bouille, los datos de
los últimos años muestran una tendencia al alza para este sector en la región,
aunque advierte sobre el ritmo de crecimiento para los próximos ejercicios: “no
pueden esperarse saltos tan fuertes como los que se dieron entre 2014 y 2015”.
Conde Mellado, por su parte,
cree que la importancia de este sector y su desarrollo en la región va más allá
de las cifras de grandes operaciones que se puedan registrar en informes como
los de PWC. “Desde luego, nos encontramos en un momento de interés en la
región, sin embargo, no me ceñiría únicamente al aumento de las inversiones de
capital, sino al negocio recurrente que generará en la zona el mantenimiento y
explotación de todos los activos puestos en operación durante estos años.
Latinoamérica puede ser un polo renovable de gran interés mundial”, concluye.
http://www.knowledgeatwharton.com.es/article/energias-renovables-una-gran-oportunidad-en-latinoamerica/?utm_source=kw_newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=2016-04-06
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