Los primeros 5 años de vida son para
educar. Los niños no saben todas las reglas de la vida, pero están
absolutamente dispuestos a aprenderlas. Pero esta disposición –capacidad de
recibir el mensaje y entenderlo– dependerá de cómo se emita la consigna. Si se
dice a gritos, probablemente no la entienda. Necesita un ambiente paciente y
dispuesto a repetir la información las veces que uno crea necesario para lograr
que el niño la interiorice.
Un niño que se para repetidas veces de su
asiento cuando está comiendo, que grita cuando algo no le sale bien, o incluso
que le pega al adulto como acto impulsivo frente a una frustración muy grande,
es un niño que no necesariamente necesita un castigo, sino que le den, de
manera clara y firme, la información respecto a lo que se espera de él. Por el
contrario, castigarlo desde tan pequeño podría ser el inicio de un círculo
vicioso, en el cual la frustración del niño por ser castigado no solo le
bloquea la capacidad de entender el mensaje, sino que puede empezar a actuar
por reacción o para dar la contra, repitiendo así la mala conducta.
http://peru21.pe/opinion/ensenar-sin-castigos-2158744
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