Un estudio publicado este jueves en la revista Science reveló que, cuando una familia se muda de casa, se lleva consigo un mundo propio e identificable de miles de especies de microbios, que influyen en su salud.
El microbiólogo estadounidense Jack
Gilbert, autor de la investigación, sostiene que cada familia, y por tanto cada
casa, tiene un ‘aura’ de bacterias
características.
Gilbert, quien es catedrático de la
Universidad de Chicago, dirige el proyecto Microbioma del Hogar, que explora
cómo las personasinteractúan con las bacterias que viven en sus hogares.
Él y su equipo siguieron durante seis
semanas a siete familias, en los estados de California, Washington e Illinois.
Cada dos días, los adultos participantes en el estudio (15, acompañados por
tres niños, tres perros y un gato) cogían hisopos con algodón esterilizado y
tomabanmuestras
del interior de su nariz, sus manos y sus talones.
Además, pasaban estos hisopos por la manija
de la entrada principal de su casa, por el pomo de la puerta del baño, por el
suelo del dormitorio y por la encimera y el interruptor de la cocina.
La primera conclusión de su estudio es que
cada hogar tiene una fauna
microscópica característica y que cuando una familia
se muda de casa, como hicieron tres de las participantes en el estudio, se
llevan su ‘aura’ de bacterias con ellas.
“Queremos saber de dónde vienen estas
bacterias y, ya que la gente pasa cada vez más tiempo bajo techo, queríamos
‘mapear’ los microbios que viven en nuestros hogares y la probabilidad de que
se establezcan con nosotros. Son esenciales para
entender nuestra salud en el siglo XXI”, señaló
Gilbert.
El equipo de Gilbert observó que los
miembros de un núcleo familiar tienen en sus manos una población microscópica
muy similar y solo el interior de sus narices muestra un mundo de bacterias más
personal, propio de cada individuo.
Además, en las más de 1,500 muestras
recogidas, se identificó a unas 22,000 especies diferentes de bacterias. ”Las
más comunes que vemos son bacterias asociadas a la
piel. El géneroPropionibacterium tiende a dominar todo”, resaltó.
El científico indicó que pasamos el 90% de
nuestras vidas bajo techo y de niños ese porcentaje puede ser
incluso mayor, por lo que adquirimos
nuestras bacterias de ese ecosistema.
“Si nos faltan algunas bacterias que serían
beneficiosas para nuestra salud, podemos sufrir impactos negativos. Por
ejemplo, sabemos que la falta de algunas bacterias influiría en nuestra
propensión a desarrollar asma y alergias. Si pudiéramos manipular la casa para tener más
bacterias de este tipo, trataríamos estas
enfermedades desde el nacimiento”, estimó.
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