México ha alcanzado
un alto potencial como maquilador o ensamblador en los procesos de manufactura
de industrias como la automotriz o aeronáutica, lo cual ha propiciado el auge
de la mecatrónica, ciencia que cubre los requerimientos actuales de este tipo
de empresas.
La disciplina se
orienta a la creación de herramientas y artículos “inteligentes” que tienen la
capacidad de tomar decisiones por sí mismos tras una previa programación que
determina qué actividades ejecutará en un patrón que incluye tiempos y
repeticiones específicas para detalladas circunstancias.
Otras áreas de
participación de esta rama de la ingeniería incluyen industrias como la
petrolera, minera, siderúrgica, de generación de energía eléctrica, de
alimentación y salud, igual que en el control y automatización de casas (la
llamada domótica), y en agricultura y ganadería protegidas.
De acuerdo a la
Secretaría de Economía, cada año egresan alrededor de 2 mil 500 estudiantes de
mecatrónica de las más de 150 escuelas en el país, a nivel licenciatura,
maestría y doctorado. Sin embargo, la demanda de este tipo de especialistas es
cada vez mayor y en su instrucción hay cada vez más instituciones, pero aún no
las que se requieren.
“No hay suficientes
ingenieros mecatrónicos y debemos incrementar la formación de recursos humanos
de competitividad en el mundo. Estamos haciendo las cosas correctamente con la
participación de varias universidades, pero deben incorporarse más”, refiere el
doctor René Romero Troncoso, miembro de la Comisión de Especialidad de
Ingeniería Mecánica y Mecatrónica, de la Academia de Ingeniería de México
(AIM).
Pese a que los
avances más significativos en mecatrónica en el país se centran en prototipos
de brazos y robots, el campo de trabajo actual y potencial del especialista en
esta ingeniería es muy amplio, pues va desde el diseño de productos sencillos
de uso cotidiano hasta la completa automatización y control de líneas de
producción en grandes empresas.
Los teléfonos
celulares, computadoras, máquinas de control numérico o de ensamble automotriz,
prótesis médicas son muestras de la evolución mecatrónica, así como cajeros
electrónicos, sillas de ruedas que reconocen comandos de voz, secadoras
inteligentes, automóviles equipados con sistemas de encendido electrónico,
entre otros.
“Antes se estudiaba
la electromecánica, pero ahora ha crecido el interés por la mecatrónica y tiene
muy bien definido su perfil profesional. Es decir, un ingeniero mecánico no
tiene la formación de adaptarse a las nuevas maquinarias y no sabe conectar los
sistemas electrónicos, y por su parte el electrónico no tiene la sensibilidad
de entender y establecer los sistemas mecánicos para el funcionamiento de una
máquina”, precisa el académico de la Universidad de Guanajuato y consultor
industrial.
En nuestros días el
desarrollo tecnológico de un país se centra en el diseño de máquinas,
herramientas, procesos y sistemas, así como labores de mantenimiento y soporte.
Al respecto, el doctor Romero Troncoso, también miembro del Sistema Nacional de
Investigadores nivel II, señala que el nuestro es un país emergente, no
altamente industrializado pero sí tiene potencial para serlo, por ello requiere
impulsar la formación de especialistas en mecatrónica.
“Actualmente tiene
incidencia en las industrias automotriz y aeronáutica del país, pero va a
extenderse en más campos, como sucedió en otro tiempo con temas que parecían de
ciencia ficción; por ejemplo, la agricultura protegida. Es indudable que hay
una fuerte demanda por parte de la industria por contar con recursos humanos
especializados, pero también hay interés por los jóvenes en formación. Por
ejemplo, es la carrera de ingeniería con mayor demanda en la Universidad de
Guanajuato”, hace hincapié el experto.
http://clusterindustrial.com.mx/mexico-tiene-alta-demanda-de-especialistas-en-mecatronica/
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