CUMBRE EN PANAMÁ, POSIBLE ESCENARIO PARA UN
HISTÓRICO ENCUENTRO OBAMA-CASTRO
WASHINGTON
Barack Obama y Raúl Castro asistirán a la Cumbre
de las Américas en Panamá esta semana, un encuentro que podría dar lugar a la
primera reunión entre los líderes de Estados Unidos y Cuba en medio siglo.
El presidente estadounidense, que acaba de
lograr un acuerdo nuclear tentativo con su archienemigo Irán, viajará a Jamaica
y luego a la capital panameña el jueves para reunirse con los líderes del
continente.
Raúl Castro, quien gobierna la isla comunista
desde el retiro de su hermano Fidel hace siete años, confirmó que será el
primer líder cubano en asistir a la Cumbre de las Américas, cuya séptima
edición se celebrará entre el 10 y el 11 de abril.
Pero a pocos días de comenzar la cita, los
diplomáticos aún discuten qué tipo de reunión celebrarán ambos mandatarios. Las
opciones van de una simple sonrisa para la cámara, a un diálogo que podría ser
histórico.
“Los líderes estarán juntos en muchas ocasiones”
en la cumbre, dijo la subsecretaria de Estado estadounidense, Roberta Jacobson.
“Así que habrá interacción con Raúl Castro”.
En diciembre de 2013, en medio de la corriente
de cordialidad en torno al fallecimiento de Nelson Mandela, ambos líderes se
estrecharon las manos en el funeral en Johannesburgo. Pero, esta vez, los
funcionarios estadounidenses suponen que ocurrirá algo más sustantivo.
“Obviamente, es útil tener la posibilidad de
tener este contacto y avanzar para poder concretar cosas, abrir embajadas y
seguir adelante con nuestra relación”, dijo Jacobson.
En diciembre del año pasado, Obama declaró que
iba a poner fin al “enfoque obsoleto” hacia Cuba, que se basaba en la
animosidad de ambos países durante la Guerra Fría y estaba marcado por momentos
que definieron una generación: la Bahía de Cochinos y la crisis de los misiles
en 1962.
Obama dijo entonces que las relaciones
diplomáticas serían restablecidas y que Estados Unidos buscaría poner fin al
paralizante embargo que le ha costado a Cuba, según su gobierno, más de un
billón de dólares en cinco décadas.
Desde aquel pronunciamiento, ambas partes han
dado pequeños pasos para poner fin a la política de aislamiento que ha
caracterizado la relación de Estados Unidos con su vecino del sur.
Se reconectaron líneas telefónicas en
sustitución de líneas de emergencia. La página de internet para compartir
alojamiento en línea Airbnb comenzó a ofrecer viviendas a los estadounidenses
que quieren hospedarse en Cuba y el servicio de video en línea Netflix empezó a
operar en la isla.
Una reciente encuesta de Bendixen y Amandi
mostró que 51% de los cubano-estadounidenses piensa que la normalización de las
relaciones es el camino a seguir.
Esto podría tener profundas repercusiones en el
destino del embargo, con el que sólo el Congreso estadounidense --influenciado
por grupos anticastristas-- puede acabar.
Pero las relaciones Cuba-EEUU siguen siendo
tensas y la decisión de reunirse puede llegar a último momento.
Grupos opositores cubanos, entre ellos las Damas
de Blanco, fueron invitados a participar en un encuentro de la sociedad civil
que se celebrará paralelamente a la cumbre de los líderes en la capital
panameña.
Se espera que Obama hable en ese encuentro,
aunque, en una aparente concesión al gobierno cubano, no invitó a la prensa a
la sesión de preguntas y respuestas.
También será la primera vez en una generación
que un presidente estadounidense se reúne con sus líderes continentales sin
escuchar arengas sobre las sanciones contra Cuba.
La política de aislamiento de Washington ha sido
muy impopular en Latinoamérica, aunque los funcionarios estadounidenses con
frecuencia han acusado a los aliados de Cuba de esconder la cabeza tras esta
disputa para evitar enfrentarse a preguntas difíciles sobre sus propios países.
Pero, esta vez, existe la posibilidad de que
sean las medidas hacia Venezuela las que causen molestia entre los líderes de
la región, luego de que Obama firmara sanciones contra funcionarios del
gobierno de Nicolás Maduro.
El presidente estadounidense ordenó la
congelación de propiedades y cuentas bancarias en Estados Unidos de siete
funcionarios venezolanos, entre ellos el exdirector de operaciones de la
Guardia Nacional Bolivariana, Antonio Benavides; el director del servicio de
inteligencia SEBIN, Gustavo González; la fiscal Katherine Haringhton y el
director de la Policía Nacional, Manuel Pérez.
Los aliados regionales de Venezuela saltaron a
la defensa de Maduro y la alianza de gobiernos izquierdistas ALBA se reunió en
una cumbre para condenar la medida.
De todos modos, se espera que los mandatarios
salgan con una serie de mandatos para enfrentar temas relacionados con
migración, salud, educación, seguridad y gobernabilidad democrática.
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article17442167.html
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