El pasado 15 de octubre, el ministro de Relaciones Exteriores
del Perú, Gonzalo Gutiérrez, pasó la posta de la presidencia de la Comunidad
Andina (CAN) a su homólogo en Bolivia, David Choquehuanca, en el marco de la
reunión número 38 del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores y de
Comercio Exterior. Así, entre abrazos, fotos, intercambio de papeleo y
oficialidad, el país altiplánico asumió la presidencia de una comunidad que,
pese a su larga historia, despierta críticas y dudas a analistas y población.
Sucede que muchos se preguntan ¿exactamente la presidencia de qué asumió
Bolivia y para qué?
La Comunidad Andina de Naciones surgió en 1969 como un espacio
de integración y cooperación económica y social entre los países andinos, y su
historia, según reconoce la misma institución en su portal, se ha caracterizado
por avances y retrocesos.
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La idea de esta unión, según Carlos Posada, exviceministro de
Comercio Exterior del Perú, era no solo ser una zona de libre comercio que
permitiera comerciar sin aranceles a sus países miembros, sino también
convertirla en un gran país, con una especie de gran unión aduanera donde todos
los países aplicaban el mismo arancel al exterior.
El sueño de una
Unión Europea de carácter andino, no obstante, nunca se llegó a materializar, y
tras idas y venidas, como la salida de Chile y el acceso y posterior salida de
Venezuela y el amago de huida del Perú, la CAN ha quedado reducida, según los
especialistas, a una zona de libre comercio con ciertos ámbitos de cooperación.
La principal razón: las diferentes orientaciones en materia de política
económica.
“La CAN fue un proyecto que surgió pensándose en que iba a ser un mercado común, pero que parece que está totalmente descartado. Es una zona de libre comercio”, dice José Antonio García Belaunde, exministro de Relaciones Exteriores del Perú.
García Belaunde insiste en que el nombre de ‘comunidad’ al sistema de integración hoy le queda grande, a pesar de que en su día los países le concedieron rasgos de supranacionalidad al proyecto a través de instituciones como el Tribunal Andino o la comisión.
“La CAN fue un proyecto que surgió pensándose en que iba a ser un mercado común, pero que parece que está totalmente descartado. Es una zona de libre comercio”, dice José Antonio García Belaunde, exministro de Relaciones Exteriores del Perú.
García Belaunde insiste en que el nombre de ‘comunidad’ al sistema de integración hoy le queda grande, a pesar de que en su día los países le concedieron rasgos de supranacionalidad al proyecto a través de instituciones como el Tribunal Andino o la comisión.
Ambas son dos de los cerca de 15 órganos que conforman la CAN,
un elefante blanco con un montón de funcionarios para Posada, y que incluyen,
entre otros, al Parlamento Andino, la Secretaría General o el Consejo
Consultivo Empresarial. Su futuro, no obstante, está por definirse.
Reducida a una zona de libre comercio, pero con más de cien
grupos y comités de trabajo sobre temas que van desde el narcotráfico a
satélites, la CAN en 2013 decidió emprender un proceso de reingeniería de su
sistema, del que todavía se conocen pocos detalles.
“El gran problema que veíamos es que la comunidad en su
conjunto, y particularmente su secretaría general, tenía encargos que iban más
allá de lo estrictamente comercial, en los cuales no necesariamente hemos
tenido éxito en integrarnos”, reconoce Edgar Vásquez, viceministro de Comercio
Exterior del Perú.
¿Libre comercio?. Para Vásquez la
liberalización del comercio entre los países ha sido el principal éxito
conseguido por la CAN, algo que secunda Allan Wagner, ex secretario general de
la comunidad y exministro de Comercio Exterior y Turismo, quien aboga por
mantenerla.
“El logro más importante es la zona de libre comercio no solo por el hecho de haber rebajado los aranceles a cero, sino al mismo tiempo haberse dado una serie de regulaciones para que opere y que tienen que ver con temas como propiedad intelectual, normas de competencia o procedimientos de solución de controversias”, explica Wagner.
Tanto Allan Wagner como Edgar Vásquez aseguran que las cifras actuales de comercio intrandino son importantes, a pesar de que apenas supongan una pequeña porción del comercio de los países.
“El logro más importante es la zona de libre comercio no solo por el hecho de haber rebajado los aranceles a cero, sino al mismo tiempo haberse dado una serie de regulaciones para que opere y que tienen que ver con temas como propiedad intelectual, normas de competencia o procedimientos de solución de controversias”, explica Wagner.
Tanto Allan Wagner como Edgar Vásquez aseguran que las cifras actuales de comercio intrandino son importantes, a pesar de que apenas supongan una pequeña porción del comercio de los países.
Sucede que en
2013 los cuatro países comerciaron US$ 9.742 millones en mercancías, una cifra
que representa el 7% del total de sus exportaciones, pero que en el caso de
Colombia y el Perú supusieron alrededor del 6% de su comercio exterior y de
Ecuador y Bolivia, de un 11%.
“Gran parte de lo que exportamos del Perú a estos países son productos de valor agregado de pequeñas y medianas empresas”, defiende, sin embargo, Edgar Vásquez.
El viceministro de Comercio Exterior peruano asegura tener que responder a menudo a la pregunta de por qué el Perú permanece en la CAN y tener clara su respuesta. Según Vásquez, se trata de una alianza con países vecinos, con los que el país tiene que relacionarse sí o sí, y con los que quiere hacerlo.
“Gran parte de lo que exportamos del Perú a estos países son productos de valor agregado de pequeñas y medianas empresas”, defiende, sin embargo, Edgar Vásquez.
El viceministro de Comercio Exterior peruano asegura tener que responder a menudo a la pregunta de por qué el Perú permanece en la CAN y tener clara su respuesta. Según Vásquez, se trata de una alianza con países vecinos, con los que el país tiene que relacionarse sí o sí, y con los que quiere hacerlo.
El funcionario recuerda que en las relaciones internacionales,
como en las personales, hay épocas buenas y no tan buenas. ¿Vive la CAN en
estos momentos de las segundas? “Ha perdido protagonismo en los últimos años.
Si al final tienes países que operan dentro de unas reglas, pero que no tienen
el mismo tipo de filosofía terminan surgiendo trabas”, dice Juan Ruiz,
economista jefe para América del Sur del BBVA Research.
Resulta que aunque el libre comercio parece ser la principal
razón de la existencia de la CAN, el intercambio de mercancías no fluye
‘libremente’ de manera fija, particularmente desde el último año en el caso del
Perú y Ecuador.
Ya desde 2013, Ecuador ha impuesto una serie de barreras como
requisitos previos para comercializar ciertos productos industriales, que han
mermado las exportaciones no tradicionales peruanas a ese país y que para el
Perú están explícitamente prohibidas en el reglamento comunitario. “En la
práctica lo que sucede es que los países no cumplen con la CAN, y ese es su
talón de Aquiles”, dice al respecto Carlos Posada.
El Perú denunció
estas barreras al Tribunal de Justicia de la CAN y ha firmado, por otro lado,
según Edgar Vásquez, un memorando de entendimiento con Ecuador para desarrollar
instrumentos que permitan facilitar el cumplimiento de los requisitos
establecidos por ese país a las empresas peruanas.
José Antonio García Belaunde y Allan Wagner, por su parte, son optimistas respecto a la solución de esta controversia en el marco de la comunidad, y aseguran que se trata de conflictos recurrentes en su historia.
José Antonio García Belaunde y Allan Wagner, por su parte, son optimistas respecto a la solución de esta controversia en el marco de la comunidad, y aseguran que se trata de conflictos recurrentes en su historia.
Nueva CAN. José Antonio
García Belaunde insiste en que no vale la pena cuestionar la permanencia de los
países a la comunidad, pero sí su propia estructura, hoy bajo revisión. “La
infraestructura institucional que tiene no corresponde a una zona de libre
comercio. Para eso no necesitamos tener esa parafernalia tan exquisita de
instituciones comunitarias. Es como vestirse con un frac para jugar a fulbito”,
dice el excanciller.
Sin embargo, la parafernalia comunitaria podría perder volumen.
Como presidente pro témpore de la CAN, el Perú se ha encargado en el último año
de reorganizar la estructura de la secretaría general para que sea un aparato
burocrático más ágil y para que tenga un enfoque de racionalidad, y reducir los
grupos de trabajo. AméricaEconomía contactó a la secretaría general de la CAN
para conocer el alcance de esta apuesta, pero decidió no dar declaraciones.
Según el viceministro Vásquez, promover el comercio entre los
países será el principal enfoque de la futura comunidad a través de la
eliminación de trabas, la armonización de la regulación para que los vínculos
puedan incrementarse y posiblemente a través del establecimiento de
encadenamientos productivos.
En lo que respecta a los grupos de trabajo, la presidencia
peruana ha logrado reducirlos de 100 a 27, en su mayor parte relacionados con
temas comerciales, aunque también sobreviven otros relacionados a temas
sociales, en los que la comunidad considera que ha tenido éxito, como desastres
naturales, según Edgar Vásquez.
El futuro del resto de órganos de la comunidad está siendo
revisado por la presidencia actual boliviana, a la que corresponderá, además,
ver cuál será el presupuesto de la secretaría general, hoy de US$ 5 millones al
año, de los cuales el Perú y Colombia aportan US$ 2,2 millones cada uno.
Futuro
parlamentario. Se desconoce todavía si el cuestionado Parlamento Andino y el
Tribunal de Justicia sobrevivirán al proceso de reingeniería por el que pasa la
CAN. Allan Wagner aboga por mantener a ambos, en el primer caso porque el
parlamento constituye un mecanismo de cooperación (al que recientemente se sumó
Chile como miembro) y en el segundo porque el tribunal es el encargado de
dirimir las controversias entre los países en materia comercial.
El excanciller, no obstante, asegura que el parlamento podría
fusionarse con el del Mercosur y confluir en un parlamento de Unasur, que es
precisamente una de las propuestas que la comunidad tiene sobre la mesa. Del
mismo modo, Wagner afirma que podría revisarse la elección de los
parlamentarios a través de voto universal secreto y que debe evaluarse si los
jueces del tribunal tienen suficiente carga procesal como para permanecer de
forma fija en este órgano en Quito.
¿CAN para
siempre?. Desde la partida de Venezuela en 2006, ningún otro país ha
planteado la posibilidad de salirse del sistema de integración, pues para
Carlos Posada, ahora director de la Cámara de Comercio de Lima, nadie quiere
tener en su currículo que fue quien le dio la estocada a una institución con
tanta historia.
Respecto a qué hacer con la CAN, Posada insta a la institución a
fortalecer el tribunal y la secretaría alrededor de temas económico-comerciales
y actualizar sus reglas, eliminando las obligaciones de arancel externo común.
El arancel externo, no aplicado por el Perú y que en la práctica
no existe, para los especialistas, no está en los planes a corto plazo de la
comunidad, según Edgar Vásquez. Para César Montaño, investigador de la Universidad
Andina Simón Bolívar de Ecuador, debería rescatarse. Montaño, a diferencia de
Posada o García Belaunde, defiende la necesidad de consolidar el sistema de
integración para dar el salto al mercado común y luego la unión económica. “Es
un propósito que no es de fácil cumplimiento debido a las obligaciones que los
países miembros están asumiendo a través de la suscripción de tratados
bilaterales con terceros”, dice el catedrático.
El Perú y Colombia –explica Juan Ruiz– están fortaleciendo sus
mecanismos de integración dentro de la Alianza del Pacífico, a la que le están
dando un mayor peso. Bolivia, por su parte, está pendiente de su entrada a
Mercosur, a la que podría sumarse el Ecuador. ¿Son incompatibles los tratados
bilaterales o uniones como la Alianza del Pacífico con la Comunidad Andina?
Carlos Posada asegura que no hay conflicto entre la alianza y la comunidad,
pero sí mayores beneficios en función del perfil productivo que tenga cada
empresa. Respecto al solape entre el Mercosur y la unión andina, el ejecutivo
asegura que la comunidad trabaja para que Bolivia pueda compatibilizar su
pertenencia a ambas.
La CAN vive hoy un proceso de transformación del que podría
depender su permanencia en el tiempo. No obstante, el sueño de una unión andina
mientras sigue diluyéndose en un mar de tendencias de política económica.
http://www.americaeconomia.com/economia-mercados/finanzas/can-comunidad-comunitaria
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