Alegría, interés, amor, serenidad, inspiración, gratitud, diversión. Psicólogo explica cómo potenciar reacciones emotivas que generan sensaciones agradables y protegen la salud.
"La mente, las emociones y el cuerpo están íntimamente
relacionados, formando un sistema integrado que cuando se mantiene en
equilibrio da como resultado una salud óptima", señala el psicólogo Òscar
Asorey, director de dos clínicas de atención multidisciplinar ISEP Clínic
(http://isepclinic.es/centros) en Reus y Tarragona (España).
De acuerdo a Asorey, director del Máster en Psicología
Clínica y de la Salud en el Instituto Superior de Estudios Psicológicos, ISEP,
en este sistema, las emociones positivas, como la alegría y el amor, ayudan a
mantenernos sanos, en tanto que las negativas, como el miedo y la tristeza,
fomentan que enfermemos y, por ello, es conveniente potenciar las primeras y
reducir las segundas.
“"Cuando
estamos enfermos las emociones influyen en distintos momentos sobre nuestra
salud a través de mecanismos psicobiológicos; cuando son intensas y desagradables y están presentes de
forma crónica o cuando aparece algún episodio emocional agudo, pueden agravar
un cuadro patológico ya existente o desencadenar uno nuevo”", señala este psicólogo.
Aunque las emociones como el miedo-ansiedad y la
tristeza-depresión provocan reacciones desagradables en la persona y una alta
activación fisiológica, Asorey considera que “no
debemos considerarlas
negativas directamente solo por su naturaleza desagradable, dado que, en su
función primaria, ayudan a dar respuesta a una situación determinada y a
adaptarse”.
“"Por
ejemplo, ante una situación de peligro, la experiencia de miedo permite a la persona salir de
dicho riesgo para evitar sufrir algún daño”",
ejemplifica.
"Pero cuando la experiencia emocional es de larga duración
y alta intensidad o frecuencia, pierde su valor adaptativo y se convierte
en una emoción patológica que podría inducir o acompañar a trastornos
relacionados con la salud mental (depresión, ira desmedida) o alteraciones
médicas (trastornos cardiovasculares, reumatológicos o inmunológicos entre
otros)", asegura Asorey.
Pero, según este experto, las emociones también pueden ayudar a
sanarnos, ya que cuando son positivas "experimentarlas es agradable y
placentero, además de que ayuda a preparar a la persona para situaciones
futuras que puedan ser difíciles”".
El bienestar refuerza las defensas
"Algunos estudios científicos relacionan la presencia de
las emociones agradables o positivas con la salud, e incluso con la longevidad,
y apuntan a que también tienen un efecto neutralizador de la influencia física
de las emociones negativas, mejorando la respuesta vascular, neuroendocrina o
inmunológica", según Òscar Asorey.
“"Cuando
se promueven emociones agradables se observa un cambio en cómo la persona se
percibe y, por lo tanto, en sus actitudes frente a los procesos relacionados
con la enfermedad y los hábitos de vida cotidianos”", enfatiza.
“"Estas
buenas sensaciones van acompañadas de reacciones sobre los sistemas
inmunológico y neuroendocrino y optimizan los procesos biológicos de
recuperación, generando mayor bienestar, ayudando a que aparezcan cambios sobre
la respuesta a la enfermedad y también mejorando los hábitos de autocuidado y la
adhesión a las pautas médicas”", señala
el experto.
Asimismo, las emociones positivas incrementan las capacidades
creativas y de resolución, y “cuando una
persona experimenta una emoción agradable aparecen pensamientos constructivos, mejorando su
productividad y la solución de los problemas de la vida diaria, de acuerdo a
Asorey.
Además “con un humor mejorado
y una capacidad positiva para pensar, la persona está más dispuesta a mantener
relaciones sociales saludables, compartiendo tiempo, espacio, conversación y afecto”, añade.
Según Asorey, “todas las
emociones son buenas por su papel esencial para la adaptación, pero cuando
estas sobrepasan los límites normales y/o se hacen crónicas, se pueden
convertir en perjudiciales”.
Para mantener una correcta salud afectiva este experto considera
importante “saber reconocer nuestros estados
emocionales y administrarlos adecuadamente para facilitar la relación con
nuestro entorno y nuestro propio cuerpo”.
“Un
buen conocimiento de nuestros sentimientos nos va a permitir saber más sobre nosotros mismos
y nos ayudará a saber expresar y canalizar nuestras emociones adecuadamente”, señala Asorey.
¡Potencie sus emociones positivas!
"Las emociones positivas, descritas por la psicóloga
estadounidense Barbara Frederickson (www.positivityratio.com), aparecen como
resultado de eventos que estimulan nuestro cerebro haciéndonos experimentar
sensaciones agradables, placenteras y motivadoras", explica Òscar Asorey.
Según este especialista, este tipo de emociones se pueden
potenciar mediante acciones que nos resulten beneficiosas como “compartir una conversación agradable con alguien
importante en nuestra vida, y también generando pensamientos positivos, por
ejemplo enfocados en nuestras capacidades y potenciales para poder hacer frente a
aquello que encontramos día a día”.
El psicólogo de ISEP Clínic comparte con Efe una serie de
consejos prácticos para potenciar en nuestra vida cotidiana cada una de las
principales emociones positivas:.
Alegría
Procure mantenerse en contacto con personas que son importantes
y con las que realice actividades que le permitan sentirse seguro, tranquilo y
feliz.
Interés
Acérquese al día a día buscando la oportunidad de poner en
marcha sus potenciales y habilidades, y así disponer de nuevos retos para
disfrutar de esos pequeños o grandes logros que le motivan a aprender y a
buscar nuevas experiencias.
Amor
Es la emoción que tiene su esencia en las relaciones personales
en las que procuramos un contacto más directo, más íntimo, en las que nos
descubrimos experimentando sensaciones gracias a la presencia de la otra
persona junto a nosotros.
Serenidad
Es la experiencia que se obtiene si uno es consciente de la
acción que está realizando en ese preciso momento (una buena comida, un paseo)
y se la alcanza cuando se vive el presente, acompañado de bienestar, de
placer.
Inspiración
Está muy asociada a la creatividad y se potencia animando a la
mente a que se ponga en contacto con nuevas personas, lugares y experiencias,
poniendo a trabajar la imaginación y el ingenio.
Gratitud
Comparta y experimente la sensación gratificante de ser ayudado
y ayudar, ofrecer y recibir. Mantenga relaciones personales saludables dándose
la oportunidad de satisfacer, recíprocamente, las necesidades, inquietudes e
ilusiones mutuas.
Diversión
Forma parte de la habilidad humana de dejarse llevar por el
humor, la sonrisa, los recuerdos agradables y los nuevos retos, y surge cuando
uno se encuentra con otras personas y se siente capaz de proponer algo
inesperado y vitalista, que le haga disfrutar, ilusionarse y vivir el presente
de forma más intensa.
* Reportaje EFE
http://lifestyle.americaeconomia.com/articulos/emociones-que-sanan-descubra-como-potenciarlas
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