Científicos de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollan invernaderos
inteligentes que se utilizarán para cultivar biofungicidas, biobactericidas y
biofertilizantes.
El equipo
multidisciplinario e interinstitucional, encabezado por investigador del
Instituto de Biotecnología de la UNAM, Enrique Galindo Fentanes, pretende tener
una alta productividad de hortalizas con el uso exclusivo de medios biológicos.
El también ganador del
Premio Nacional de Ciencias y Artes 2015 refirió que también se estudian los
mecanismos que la bacteria Bacillus sp. 83, ingrediente activo
del primer biofungicida desarrollado por él y su equipo, emplea para
desarrollarse en la naturaleza.
La investigación se
llevará a cabo durante los próximos dos años y se prevé que a finales de 2016
se cuente con un invernadero que puedan usar los agricultores para cultivar
diversos tipos de hortalizas con tecnologías de alta productividad.
En un comunicado,
explicó que el chile y el jitomate serán utilizados como modelo de estudio por
su alto valor agregado y por ser los productos más consumidos en México, aunque
el objetivo es ampliarlo a todos los cultivos posibles.
Galindo Fentanes
reconoció que el cultivo en invernaderos es más caro que en campo abierto; sin
embargo, aquí se trata de un problema de costo-beneficio, pues "parte del
trabajo que nos comprometimos a hacer es un estudio riguroso de costos, para
evaluar la competitividad de estos esquemas de producción".
En esta investigación
también participa Antonio Juárez, del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM,
experto en control e instrumentación avanzada, quien desarrollará los controles
del invernadero, precisó.
El científico recordó
que en su equipo desde hace años se trabaja una línea general de investigación
denominada ingeniería de bioprocesos, con proyectos para la producción de
biopolímeros y enzimas; el estudio de la hidrodinámica de fermentaciones y la
producción de agentes de control biológico para la agricultura.
Explicó que el
biofungicida Fungifree AB se lanzó para prevenir una sola enfermedad del mango
y ahora se ha ampliado a casi 20 cultivos y puede usarse en la papaya, el
aguacate y cítricos, entre otros.
Además, se obtuvo el
registro OMRI (Organic Materials Review Institute) como producto orgánico, lo
que significa que puede ser usado en esos cultivos en huertos orgánicos donde
no se permite el uso de ningún tipo de pesticida o fertilizante de síntesis
química.
Galindo Fentanes destacó
que al haber secuenciado su genoma, se descubrió que el microorganismo contiene
propiedades relevantes, no sólo como biofungicida, sino como promotor del
crecimiento; entonces, ahora "evaluamos otras posibilidades de su
uso".
Fuente:
spanish.peopledaily.com.cn
http://www.freshplaza.es/article/94561/Invernaderos-mexicanos-inteligentes
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