La
separación de la madre en la infancia provoca alteraciones en la microbiota
intestinal del bebé que pueden causar el desarrollo de trastornos del
comportamiento, según un estudio con roedores realizado por un equipo de
científicos internacional.
La
investigación, publicada en la revista Nature Communications y que ha contado
con la participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC), en España, añade que estos trastornos persisten hasta la edad adulta.
Los
episodios traumáticos durante la niñez están asociados con un mayor riesgo de
desarrollar enfermedades psiquiátricas, metabólicas e intestinales en la edad
adulta, aunque los mecanismos por los que se produce este fenómeno se
desconocen, según explican los expertos.
La
investigadora del CSIC, Yolanda Sanz, explica que el estrés prolongado
provocado por la separación de la madre en roedores recién nacidos, utilizado
como modelo de trauma en la infancia, “provoca una disfunción en el eje
hipotalámico-hipofisario-adrenal”.
“Esto,
a su vez, ocasiona alteraciones en diversas funciones fisiológicas afectando,
entre otros, al sistema nervioso central y a las emociones”, indica Sanz.
Según
la experta, en este trabajo se ha demostrado que la separación de la madre en
la infancia provoca alteraciones en la composición y funciones de la microbiota
intestinal relacionadas con la síntesis de neurotransmisores.
“Estas
alteraciones, a su vez, son responsables del desarrollo de trastornos del
comportamiento como la ansiedad, lo que podría aumentar el riesgo de
desarrollar enfermedades psiquiátricas como la depresión en la edad adulta”,
explica la investigadora.
En
este estudio se han empleado ratones libres de gérmenes y ratones
convencionales para poder establecer una relación causal entre el estrés, los
trastornos del comportamiento y la microbiota intestinal.
Así,
se ha demostrado que mientras algunas de las alteraciones neuroendocrinas
producidas por el estrés crónico son independientes de la presencia de
microbiota, ésta es esencial para el desarrollo de alteraciones del
comportamiento, actuando como factor causal de la ansiedad.
“Cuando
transferimos la microbiota alterada de ratones con ansiedad a ratones libres de
gérmenes que han sido separados de la madre al nacer y a ratones de control no
sometidos a estrés, podemos observar distintos perfiles microbiológicos en
ambos”, explica Sanz.
Según
el estudio, estos perfiles sólo están asociados con trastornos del
comportamiento en los ratones sometidos previamente a estrés por separación
materna.
“Esto
nos indica que la microbiota actúa como agente causal de las alteraciones del
comportamiento sólo en sujetos predispuestos, en este caso por su exposición
temprana al estrés”, aclara Sanz.
Los
resultados de este trabajo podrían aplicarse en un futuro para mejorar el
estado de salud mental y reducir el riesgo de desarrollar patologías
psiquiátricas mediante la modulación de la microbiota intestinal a través de la
dieta, por ejemplo a través de la administración de bacterias beneficiosas
conocidas como probióticos. (Fuente: CSIC)
http://noticiasdelaciencia.com/not/15416/el-estres-en-la-infancia-causa-trastornos-en-la-microbiota-intestinal-y-de-la-ansiedad/
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